RRY NOT SORRY nos invita a desprendernos de algunos clichés y constatar que ser joven conlleva una multitud de vivencias positivas
SORRY NOT SORRY nos invita a desprendernos de algunos clichés y constatar que ser joven conlleva una multitud de vivencias positivas como conocer gente y socializar al máximo (ya sea en el mundo físico o digital), experimentar, crear, reinventar, y por supuesto disfrutar plenamente de una etapa por la que todos y cada uno de los seres humanos hemos pasado, y en la que seguro acuñamos lecciones valiosas que nos acompañarán el resto de nuestra vida.
La nueva campaña de Jägermeister sigue la estela de #BETHEMEISTER, una celebración de aquellos que son fieles a sí mismos, prefiriendo marcar su propio camino a seguir las normas que dictan los demás.
No hay una sola forma de definir lo que significa ser joven… Se trata de algo más que una cifra, es una manera de enfrentar la vida: es vivir el momento, es sentir intensamente, es mostrarse sin filtros, es estar en constante cambio y no entender de etiquetas. Este ser y estar tan genuino, es frecuentemente incomprendido por las generaciones adultas, dando lugar a reproches, siempre en el punto de mira del sistema.
Parece como si la tan llamada Generación Z tuviera que pedir perdón por hacer lo que les toca: perdón por salir una noche más, perdón por quedarse en casa, perdón por hacer amigos casi en cualquier parte, perdón por vivir pegados a una pantalla, perdón por entender el amor y el sexo de otra manera, perdón por no ser lo que de ellxs se espera, optando por mostrarse tal y cómo son.
De esta idea nace la nueva campaña de Jägermeister, SORRY NOT SORRY, con el objetivo de reflejar esta realidad dando voz a sus verdaderos protagonistas en todo un ejercicio de autoafirmación: porque no se puede pedir perdón por ser unx mismx.
Nueva campaña de la agencia creativa McCann y La Despensa
La nueva campaña de Jägermeister, que ha puesto a trabajar a la agencia creativa McCann y a La Despensa en su implementación en canales digitales, gira en torno a un spot en el que la protagonista principal pone voz a la generación más joven: sometidos a un duro escrutinio social, los Z son a menudo culpabilizados por todos los males del mundo.
Están acostumbrados a recibir críticas por su manera de vivir, sus hábitos, su comportamiento y hasta sus formas de ocio y de relacionarse con los demás. En consecuencia, y como si el escenario que les ha tocado vivir no fuera ya complicado, se ven limitadas sus oportunidades de equivocarse, aprender y desarrollar un criterio propio, vivencias que potencian su propia originalidad y autenticidad. El mensaje es no están dispuestos a pedir perdón por ser lo que son.