Rodada en el complejo CityLife de Milán, la historia de Wenders sigue el progreso de una elegante directora de cine (la estrella de cine en ascenso Gaia Girace), que está trabajando en una aventura de ciencia-ficción con un potente reparto y un gran vestuario. Sin embargo, su enfoque profesional en esta narrativa futurista se entrelaza cada vez más con el comienzo de una historia personal que también está llena de potencial.
Ésta se sitúa en el presente inmediato, gracias a la presencia de su lacónicamente apuesto ingeniero de sonido (el músico y modelo Felix Sandman).
La campaña fotográfica de la colección, que añade una tercera capa a la estructura del cuento dentro del cuento de Wenders, incluye un sorprendente portafolio de 24 imágenes, capturado por Vito Fernicola.
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