El c de c y la APG se unen este jueves en homenaje a Salvador Pedreño con José María Piera y Toni Segarra.
La charla se estrena el jueves 4 de junio a las 19:00 en Facebook.
Inteligente, culto, curioso, trabajador y también amante de la buena vida, Salva podría ser el arquetipo del publicista ideal. Fundó, junto con Luis Casadevall, dos de las agencias que ocupan un lugar de privilegio en la historia de la publicidad: RCP y Casadevall Pedreño y desde ellas recogió innumerables premios por creatividad y por estrategia, desde un Gran Premio en Cannes hasta un c de c de Honor. Entre las marcas que ayudaron a crear y a crecer se encuentran: Danone, Sanex, Nenuco, Renault, Cucal, Vileda, San Miguel, El Corte Inglés o Lacoste.
Era licenciado en Económicas y Sociología y empezó a trabajar en el área del cliente, en Terlenka. Fue Carvis, la agencia de esta compañía, la que le introdujo en el mundo del de la agencia cuando le contrató para su departamento de cuentas.
En 1978 se une a Luis Casadevall, quien fue su socio a lo largo de toda su carrera y fundan, junto con Ernesto Rilova, RCP, agencia que en 1986 compraría Saatchi & Saatchi. Cuatro años después salieron de RCP para fundar Casadevall Pedreño, que primero fue SPC (Segarra, Piera y Cuesta) y luego PRG (Piera, Roda y García). La agencia fue después adquirida por Publicis y Salva se mantuvo en ella hasta su retirada en 2007.
Pensar antes de crear
A Salvador Pedreño por José María Piera y Toni Segarra.
El legado de Salva Pedreño, uno de los primeros y más grandes planners que ha dado España, no es solo su contribución al crecimiento de las marcas para las que trabajó, sino su visión del oficio y del negocio. Una visión que hoy es decisivamente actual y necesaria.
Porque Salva era a un tiempo creativo y estratega, el c de c y la APG se han unido para organizar una charla entre dos profesionales que le conocieron y trabajaron con él; uno, José María Piera, a lo largo de siete años, el otro, Toni Segarra, algo más de seis meses. Piera y Segarra recuerdan lo que Salva consideraba como esencial en el oficio de publicista y lo que se necesitaba para ejercerlo. Subrayan también su apuesta por el largo plazo y su defensa del pensamiento estratégico.
Pero no se quedan en la nostalgia, reivindican el pensamiento de Salva para atajar algunos de los problemas que hoy tienen los publicitas.