Según dicho estudio, Facebook orientaría a los consumidores a que tengan activado el reconocimiento facial. OCU va a dirigirse a Google y Microsoft para solicitar que solventen los problemas que generan las ventanas emergentes en sus condiciones de privacidad.
El Consejo de Consumidores Noruego ha llevado a cabo un análisis de las actualizaciones de la configuración de privacidad de los usuarios de Facebook, Google y la actualización de Windows 10 relacionadas con el nuevo Reglamento Europeo de protección de datos (RGPD). Las conclusiones de este análisis señalan que Facebook no respeta la protección de datos ni los derechos de los consumidores.
Para cumplir con el RGPD Facebook ha obligado a los usuarios a hacer clic y aprobar (pop-up) los mensajes de actualización, algo que muchos consumidores hacen sin leer ni ser conscientes de las consecuencias. El análisis llevado a cabo por el Consejo de consumidores noruegos demuestra que Facebook no tiene intención de dar a los usuarios opciones reales para gestionar su privacidad y utiliza varias técnicas para dirigir a los consumidores a compartir grandes cantidades de información sobre ellos mismos, por ejemplo, mediante el uso de configuraciones predeterminadas que resultan claramente invasivas. En la manera de presentar al usuario las distintas opciones de privacidad, Facebook intenta que la opción más sencilla resulte siempre la que más datos personales obliga a compartir y la menos aconsejable desde el punto de vista de la privacidad.
Para ilustrar esta situación los consumidores noruegos señalan un ejemplo concreto como es el reconocimiento facial de las fotos que se comparten. Una opción claramente invasiva para la privacidad de los propios usuarios y de sus “amigos” en Facebook. Aunque pudiera parecer que son los usuarios quienes deciden cuando activan el reconocimiento de rostros, no es así, puesto que se activa por defecto y quienes no desean esa opción deben pasar por varios clics adicionales para asegurarse de que no esté activado. Por otra parte, Facebook dice a los usuarios que la tecnología de reconocimiento facial les permite ‘ayudar a protegerlos de “extraños” y “decirles a las personas con impedimentos visuales quién está en una foto o video”.
Supuestas ventajas que minimizan los aspectos negativos desde el punto de vista de la privacidad de quienes optan por esta opción. Y para rematar dice que están «amenazados» con la posible pérdida de seguridad si no aceptan el reconocimiento facial. «Por todo ello y en contra de los requisitos de privacidad por diseño y por defecto, los consumidores están siendo guiados por Facebook hacia una configuración predeterminada (oculta) que no es la que mejor garantiza su privacidad, pero si la que más conviene a Facebook», señala OCU.
Para OCU y el resto de las asociaciones europeas esto demuestra que incluso después del 25 de mayo, cuando entró en vigor el RGPD, Facebook sigue sin respetar las reglas básicas de protección de datos y del consumidor. «A juicio de OCU se trata de ejemplo más que confirma la idea de que el modelo de negocio Facebook se orienta hacia la recopilación de datos a gran escala y el intercambio de datos de los usuarios, sin que estos sean plenamente conscientes de ello ni estén de acuerdo con el uso que la empresa hace de sus datos. Parece que queda claro que el escándalo de Cambridge Analytica fue simplemente la punta en el iceberg».
Por todo ello OCU, junto con sus organizaciones hermanas en Bélgica, Italia y Portugal, han decidido presentar una demanda colectiva contra estas prácticas de Facebook solicitando una compensación de al menos 200 euros para todos los usuarios de Facebook por el uso indebido de sus datos. Cualquier usuario de Facebook puede unirse a la demanda de OCU en https://www.ocu.org/especiales/misdatossonmios/
Para OCU debe quedar claro que los datos que usa Facebook pertenecen a los consumidores y solo a ellos. Por lo tanto, los consumidores han de tener control sobre sus datos en todo momento, saber exactamente para qué se usan, y tendrían que obtener una buena parte del valor creado por las compañías que utilizan sus datos. Además, cuando los consumidores son engañados deben ser compensados. ¡así de claro! #MyDataIsMine #MisDatosSonMio
Por último, el estudio noruego también menciona problemas desde el punto de vista de la privacidad con las ventanas emergentes de información y consentimiento que Google y Microsoft ha ofrecido a sus usuarios como parte de su adaptación al RGPD. Al igual que en el caso de Facebook, las opciones más restrictivas en el uso de los datos son las menos accesibles para los usuarios. Por ello OCU se ha dirigido a ambas compañías para comunicar los resultados y pedir reacción clara y respuestas concretas para remediar esta situación y que los usuarios puedan optar de forma fácil y sencilla a una mejor gestión de su privacidad.