El actor Lluís Homar y la artista Miss Beige, Premios Nebrija CREA 2023

Los estudios Maison Mesa y Espada y Santa Cruz también reciben el reconocimiento de los estudiantes de la Universidad Nebrija

Los alumnos de los grados en Diseño de Moda, Bellas Artes, Artes Escénicas y Diseño Digital y Multimedia de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija han entregado los Premios Nebrija CREA en su quinta edición a Lluís Homar, en la categoría de Artes Escénicas; a Estudio Maison Mesa, en la categoría de Moda; a Miss Beige, en la categoría de Artes Visuales, y al Estudio Espada y Santa Cruz, en la categoría de Diseño Digital.

Los Premios Nebrija CREA reconocen tanto el talento de los profesionales de las artes que inspiran a los universitarios como las mejores prácticas de las industrias creativas de las que formarán parte en un futuro.

En un acto celebrado en el Campus de Madrid Princesa de la Universidad Nebrija, el rector, José Muñiz, felicitó a los galardonados como «una herramienta más de formación integral que ayuda a los estudiantes a crecer personal, social y profesionalmente”.

La pasión en los empeños y el encuentro “con la veta que os gusta” influirá, según el rector, en el éxito de unos universitarios que tienen la oportunidad de contactar directamente con sus referentes.

Lluís Homar: El gusto por aprender

En la ceremonia de entrega de premios, el actor y director Lluís Homar recibió el Premio en Artes Escénicas por “su condición polifacética, su impactante huella, su transmisión de emociones profundas y su domino escénico”.

El director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), con su bagaje de galardones por su trayectoria en teatro, cine y televisión, dedicó su discurso a los jóvenes que le habían premiado y al resto de profesionales distinguidos con los Nebrija CREA 2023: “Tengo ganas de llorar. Que gusto escucharos; si algo me ha dado la vida, es el gusto por aprender, eso no he tenido que currármelo. Nunca me he sentido creador ni artista sino parte de un oficio y honrado de compartir este momento especial. La palabra `humildad´ es fundamental, cultivarla no es nada fácil en la vida. La humildad debe ser un vaso comunicante entre todos nosotros”.

Agradeciendo la posibilidad de enseñar a las nuevas generaciones a través de la Joven Compañía de la CNTC, Homar, convencido de que “todos tenemos un tesoro al que tenemos que conectarnos sin mapas”, conminó a los jóvenes a ser ellos mismos, lo que supone “un trabajo arduo, una actitud ante la vida, un peregrinaje al ser, como dirían los místicos”.

En un mundo “fatal de valores”, hay, para él, una senda para reencontrar el sentido de la vida, un camino hacia lo más desconocido: uno mismo”.

Para reforzar este pensamiento, recitó palabras en primera persona: “Antes quería ser Marlon Brando porque no me gustaba yo. Mi gran trabajo es haber querido ser yo, Lluís Homar”.

Miss Beige y Ana Esmith

Miss Beige recogió el Premio Artes Visuales “por “desafiar los estereotipos con humor e ironía, por desarrollar el pensamiento crítico y por llevarnos a soñar con una sociedad más justa y abierta”. Aunque su personaje no se manifiesta, la artista Ana Esmith, alter ego de Miss Beige, habló “por los codos” en el estrado. La actriz volvió de Londres a punto de cumplir 40 años, después de 15 fuera de España. En ese momento nació Miss Beige como “una respuesta a los noes recibidos y a la condena de los castings de publicidad”; ahí “puse mi imaginario y energía al servicio de Miss Beige”.

Con más de 70 000 seguidores en Instagram, Miss Beige “ha resistido el paso del tiempo como una necesidad social con humor y otra mirada”. La performer Ana Esmith dedicó un último mensaje a su audiencia universitaria: “Tened alas para que seáis libres en los trabajos, comprometeos con la época, no deis ningún derecho por sentado porque no hay ningún derecho sin memoria, no tengáis prisa y abrazad las crisis, porque la creación no es una actividad sin riesgo”.

Estudio Maison Mesa: “La sinergia es el lenguaje del futuro”

El Premio Nebrija Crea en Moda “por aunar la costura clásica con las nuevas tecnologías, por su brillantez creativa, por su mirada artística y por su trabajo interdisciplinario en sus universos de fantasía y atemporalidad” reconoció al estudio Maison Mesa. El diseñador Juan Carlos Mesa, “con buena energía”, agradeció el galardón de una universidad que “dedica y presta atención al campo de las artes, que llega al alma”. Justo cuando se cumplen tres décadas de su primer trabajo, puso el acento en el proceso y en la carrera de fondo que conlleva toda aventura profesional. A la vez que trabajaba para grandes marcas, como una hormiguita fue desarrollando su colección personal.

“La sinergia es el lenguaje del futuro. Todos debemos trabajar juntos, por eso no os limitéis y haced lo que os dé la gana”, finalizó Mesa.

El Nebrija CREA en Diseño Digital recayó en el Estudio Espada y Santa Cruz

El Nebrija CREA en Diseño Digital recayó en el Estudio Espada y Santa Cruz por “su innovación continua, creatividad, y flexibilidad al cambio, por su compromiso con la creación artística, por su habilidad para llevar a cabo ideas vanguardistas y por impactar en artistas y estudiantes”. Dos de sus fundadores, Juan Santacruz y Nerea Goikoetxea, que se conocieron en su etapa universitaria, hicieron referencia a “lo maravilloso e inesperado de la vida”, al trabajo en equipo y a su condición de estudio rara avis que crea desde lo contraintuitivo”.

La guitarra de José Manuel Montoya

Marta Perlado, decana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija: Pablo Álvarez de Toledo, director del Departamento de Artes, y Gregorio Martínez, director de la Fundación Nebrija, presidieron el acto presentado por el profesor y crítico de arte Carlos Delgado, que visualizó el trabajo de todos los implicados en los Nebrija CREA y, en especial, de los equipos encabezados por los directores de grado Juan Ferrando Garrido, Amaya Hernández, Lorena Palomino y Antonio Sierra.

La Escuela de Música Soto-Mesa, con más de cincuenta años de experiencia, colaboró en la gala con un directo de su profesor de guitarra flamenca José Manuel Montoya, que interpretó dos piezas de composición propia -Tarifa (alegrías) y Yaiza (bulerías)- perfumadas con improvisaciones y recuerdos personales.