Alcat, director del Programa Superior en Gestión Empresarial y Dirección de Comunicación (IE Business School), fallecía el jueves pasado jueves a los 51 años debido un cáncer de colon. Enrique Alcat, autor del ¡Influye!, lanzó este pasado jueves 6 de febrero su nueva obra «La tormenta perfecta» de Ediciones Deusto. Alcat habia impartido múltiples seminarios de comunicación corporativa e influencia y ha formado a altos directivos y líderes de opinión, además de dirigir numerosas campañas de comunicación. Su amplia trayectoria y conocimiento en la gestión y estrategia le ha permitido llevar a cabo más de doscientas crisis empresariales. Enrique Alcat obtiene el Premio Manager Thinker en 2010. «La comunicación, por tanto, es como el eco: devuelve lo que recibe a tu reputación.»
En «La Tormenta Perfecta», Alcat analiza y disecciona 10 de los casos que golpearon España en 2013 y que agudizaron el desprestigio interno y externo que el país lleva acumulando durante años. El «caso Nóos» y sus efectos sobre la monarquía, el «caso Bárcenas», que puso en la palestra al partido en el gobierno, el escándalo de los ERE en Andalucía, las irregularidades de la banca con las denominadas «preferentes» o bien la «Vía Catalana»……
«La comunicación en situaciones de crisis lo es todo. Todo comunica. La comunicación no es que sea estratégica en situaciones de crisis como las que analizaremos, sino que, sencillamente, «es» la estrategia».» Estos grandes y pequeños casos de crisis que hemos analizado me llevan a concluir que el 95 por ciento de empresas, marcas, instituciones, partidos políticos, sindicatos, patronales y cuantas realidades conforman el panorama de un país, incluido el propio país, tiene al menos una crisis que afecta a su reputación, su credibilidad y, en la mayoría de ocasiones, su cuenta de resultados».
La obra recorre de forma transversal aspectos como la estrategia, los valores éticos, los intangibles, la reputación, la marca, la preparación o la formación, y los efectos de la toma de decisiones ante asuntos complejos, situaciones de crisis, conflictos polémicos para la opinión pública, entre otros, y profundiza en algunas recetas elementales para entender que cualquier caso crítico gestionado sin una correcta estrategia de comunicación puede devenir en una crisis de confianza, de imagen, de reputación o de valores. El «caso Nóos» y sus efectos sobre la monarquía, el «caso Bárcenas», que puso en la palestra al partido en el gobierno, el escándalo de los ERE en Andalucía, las irregularidades de la banca con las denominadas «preferentes» o bien la «Vía Catalana» y cómo las relaciones entre España y Cataluña han minado la imagen de un Estado ya de por sí inmerso en una grave crisis económica y social, son los sombríos acontecimientos que analiza el autor para poner de manifiesto no sólo las graves deficiencias comunicativas de España como país, sino muy especialmente de las instituciones, partidos políticos, patronales y sindicatos y un sinfín de organizaciones y empresas.
La tormenta perfecta recorre transversalmente aspectos como la estrategia, los valores éticos, los intangibles, la reputación, la marca, la preparación o la formación, y los efectos de la toma de decisiones ante asuntos complejos, graves y trágicos como los mencionados. Alcat examina aspectos tan relevantes en la resolución de conflictos como la percepción de la opinión pública, el factor tiempo, las primeras medidas, las presiones, los intereses creados, los aspectos legales, la gestión del silencio, la falta de transparencia o los miedos paralizantes y profundiza en algunas recetas elementales para entender que cualquier caso crítico gestionado sin una correcta estrategia de comunicación puede devenir en una crisis de confianza, de imagen, de reputación o de valores.
«Una buena gestión pasa siempre por intentar ser transparentes y facilitar la información relevante cuanto antes aunque, insisto, no se sepa qué ha pasado en los inicios desencadenantes de un episodio de crisis. La única respuesta «made in Spain» siempre es la misma: buscar culpables. Lo importante siempre es buscar soluciones», -señala el autor en su obra.
«Si tú no dices lo que haces, otros dirán lo que no haces. El silencio no es rentable. Las personas o instituciones implicadas en casos de crisis, contingencias o corrupción deben hablar».
«La comunicación lo es todo. Comunicar no es hablar ni mucho menos informar. Comunicar es poner en común». La comunicación debe prepararse. Las empresas/ instituciones deben «preparar» su estrategia y no improvisar».
La falta de agilidad en los momentos iniciales de cualquier crisis consigue que la opinión pública haga la bola de nieve mayor de lo que realmente es. El mundo empresarial, político y económico debiera tomar conciencia a la hora de plantear los posibles escenarios que pueden afectarle por un episodio de crisis, incluso sin tener la culpa».
«Las situaciones de crisis son diferentes por iguales que parezcan, porque finalmente son las personas, con sus culturas y sus miedos, quienes toman las decisiones. La reputación personal y profesional se la debe construir cada uno porque, si no te la construyes tú, lo harán los demás. La comunicación, por tanto, es como el eco: devuelve lo que recibe a tu reputación.
