El gasto en comercio electrónico se disparará a 3,9 billones de dólares en 2020, lo que un 17% de las ventas minoristas globales, según el pronóstico de comercio electrónico de GroupM.
Según GroupM en 2024, las ventas de comercio electrónico alcanzarán los 7 billones de dólares anuales y contribuirán al 25% de las ventas minoristas.
Los consumidores están optando por no comprar en tiendas físicas y comprar online desde la comodidad del hogar, debido a la pandemia. El comercio electrónico es el principal problema de los anunciantes porque es donde está todo el crecimiento señala Brian Wieser, Presidente Global de Business Intelligence de GROUPM
Las redes de medios minoristas están especialmente preparadas para aprovechar el auge del comercio electrónico. Amazon, tercer vendedor mayor de medios digitales detrás de Google y Facebook, está prosperando bajo estas condiciones cambiantes, mientras que los principales minoristas, incluyendo Walmart y Target, doblan sus propias redes de medios minoristas para capitalizar el crecimiento del espacio.
«Hay mucho más inventario desde una perspectiva publicitaria».
Un comercio electrónico no como oportunidad de respuesta directa pero también de potencial construcción de marcas señala Christian Juhl, CEO global de GroupM, en un comunicado.
«Hay una gran oportunidad en el comercio electrónico para la creación de marcas, atando las operaciones en línea de los clientes a sus activaciones de medios a través de canales», señala «La pandemia ha acelerado esa necesidad y ha demostrado a los clientes lo valioso que es realmente el comercio electrónico para ello».
Las redes sociales se han convertido en un canal de inversión cada vez más importante para anunciantes que buscan construir marcas en línea e impulsar las ventas de comercio electrónico.
La inversión de Instagram en la funcionalidad de comercio electrónico en Reels y la vinculación de TikTok con Shopify son dos ejemplos recientes de cómo las redes sociales se están convirtiendo en parte integral de las compras online.
AUTOMOCIÓN la que arrastra más lastres…
Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, tienen que superar un proceso de compra de automóviles y de experiencia muy arraigado y que implica ir a los concesionarios para probar un artículo de gran precio antes de comprar.
«Los coches suelen venderse en función de las preferencias de marca formadas a lo largo de los años, si no décadas», señala Wieser, señalando que los consumidores normalmente quieren «entrar en un coche» antes de realizar su compra.
Los fabricantes han intentado adaptarse a cierres de concesionarios en la pandemia invirtiendo en medios digitales y Digital Performance para impulsar las visitas virtuales. Pero pueden haberlo hecho a expensas de construir sus marcas, señala Wieser.
«Un sector que trata de forma bastante agresiva orientarse más al rendimiento que a la creación de marca», explkica Wieser. «Y probablemente no fue lo mejor para el largo plazo.»
Las cifras finales excluyen los servicios de alimentación y entrega para evitar sesgos de resultados entre diferentes mercados.