Havas Media Group España junto a la consultora de inteligencia de futuros FastForward (FFWD-Futures Intelligence & Strategic Foresight) han presentado este miércoles ‘The World After’, señales de cambio, impacto e incertidumbre, para anticiparse al futuro en la nueva normalidad.
El análisis ha identificado ‘99 factores de cambio’, con potencial de afectar a los escenarios, planificaciones y estrategias de nuestras organizaciones y sociedades.
La presentación ha contado con Dionisia Mata, Insights & Meaningful Brands Director Havas Media Group, y Miguel Jiménez, CEO y fundador de FFWD.
‘The World After’
En el análisis se han identificado ‘99 factores de cambio’, con evidencia y señal presente en la actualidad, que tienen el potencial de afectar a los escenarios, planificaciones y estrategias de nuestras organizaciones y sociedades. Estos factores de cambio están entrelazados entre sí y forman un sistema donde el cambio en unos potencia o disminuye otros, pero genera nuevos estados.
«No hablamos de tendencias ni hechos cuantificables, sino de cambios de contexto, conversaciones y narrativas entre personas, marcas, y organizaciones que influyen en nuestra forma de ver el mundo y construir el imaginario colectivo de nuestro futuro, donde la anticipación de futuros nos permite tomar decisiones que nos acercan a esas expectativas y preferencias aún por llegar que de otra forma serían fruto del azar”, explicaba Miguel Jiménez.
La metodología utilizada para sintetizar ‘The World After’ en este 2020 marcado por la pandemia se ha centrado en el uso de la inteligencia artificial para analizar grandes volúmenes de información y detectar el significado subyacente que señala un cambio. En concreto se han analizado más de 750.000 piezas de información publicadas desde marzo en relación a los grandes factores macro que producen cambios desde lo social, tecnología, industria, recursos, demografía, economía, entorno, políticas, energía y religión o espiritualidad.
En el contexto social hemos visto grandes cambios en la conciliación, en el teletrabajo y en la adaptación del hogar para usos no previstos, así como la improvisación de la educación en casa o el aumento de la resiliencia personal, pero sobre todo el gran incremento en el ocio dentro del hogar en todas sus facetas.
En lo tecnológico, la gran digitalización a marchas forzadas de empresas, descubriendo la brecha digital en diferentes aspectos, no sólo socioeconómicas, sino también a nivel de las diferentes capas de nuestro tejido productivo, así como la influencia de las grandes tecnológicas sobre nuestras vidas.
En lo industrial, la fragilidad de nuestra industria pero simultáneamente también se ha generado una capacidad de adaptabilidad de los procesos de producción que antes no estaba presente, así como descubrir las dependencias de suministro globales en contexto de oferta y demanda inciertos.
En los recursos hemos vivido la búsqueda de la autosuficiencia, la vuelta al individualismo y el proteccionismo, derivado en gran medida del colapso de los sistemas comunes y públicos durante los peores momentos de la primera ola.
En términos demográficos hemos presenciado la interdependencia de la migración, en su doble faceta de inmigración y emigración, con el sistema económico-productivo y las limitaciones de movilidad, así como el especial impacto en diferentes estratos demográficos como nuestros mayores, o incluso un posible incremento de la natalidad.
En el aspecto económico es donde todos hemos percibido con mayor claridad la gran maraña macroeconómica, financiera y de interdependencia no solo a nivel global sino también a una escala más reducida entre los sectores e industrias que contribuyen a nuestro PIB, llegando incluso a redefinir el concepto de trabajo o servicios esenciales e inyectando una liquidez sin precedentes en los mercados.
En términos de nuestro ecosistema y el medio ambiente hemos vivido un descenso en contaminación perceptible desde el espacio gracias al descenso de la actividad humana, y hemos visto a la naturaleza retomar las calles de nuestras ciudades y teñir los cielos de un azul puro, sin embargo también hemos visto lo rápido que la actividad humana devuelve la contaminación al punto de partida.
En lo relativo a las políticas hemos visto la intervención orwelliana de los gobiernos en la vida privada de los ciudadanos, la restricción de las libertades civiles y la redefinición del concepto de libertad individual en relación al bien común, con el consecuente aumento del malestar social, y como daño colateral la falta de confianza en los sistemas multilaterales internacionales de consenso y negociación.
En términos de energía nos hemos visto obligados a buscar alternativas de transición energética, el desplome de precio de los combustibles fósiles, los barriles de brent a precio negativo, y las devaluaciones de las economías dependientes de ellas.
Finalmente, el aspecto espiritual y religioso ha propiciado un aumento de la autoconciencia, calma y bienestar con uno mismo, el redescubrimiento de la paz y tranquilidad en la vida, sin el entorno acelerado natural en el que nos movemos, desde yoga a mindfulness, o incluso una vuelta a entornos de soporte emocional más familiar.
Para Dioni Mata: “Con The World After iniciamos una apuesta por entender el cambiante entorno y contexto (social, económico, relacional, de consumo…), lo que nos permitirá trabajar con nuestros clientes en nuevos posibles escenarios de futuro y en sus implicaciones para las distintas industrias, utilizando herramientas como la AI, que nos ayudan a anticiparnos en los comportamientos del consumidor y en la detección de oportunidades para las marcas”.
Para Miguel Jiménez: “El mundo es incierto y volátil por naturaleza, es la esencia de la vida tal y como la conocemos, sin embargo el miedo a lo desconocido parece universal mientras que yo veo la incertidumbre como una palanca de cambio que permite influir en el mañana”.