Juan Roig, presidente de Mercadona, asumía este miércoles el fracaso de su modelo de frescos en el congreso de Aecoc, en Valencia, al «vender frescos como si fueran secos» como «uno de los errores más grandes» que más les ha costado -30 años- detectar. El empresario admitió haberse «estrellado» con el trabajo realizado desde 2009 en «laboratorios» de fresco para enmendarlo. Ahora se orientarán al sector primario para «asegurar que las 25 millones de piezas –de frescos que venden al día– estén todas en las mismas condiciones», algo «imposible» hasta ahora, aunque adjudicó parte de la responsabilidad «al sector agrícola que no está lo suficientemente obsesionado con la productividad».
Roig insistió en se podría llegar a la sostenibilidad y rentabilidad a través de la productividad» con «una cadena agroalimentaria sostenible», en que importaríamos menos «si la cadena fuera sostenible en España». Con ello se lograría el mejor producto y más barato posible, y si es español, crear riqueza en el país porque logísticamente tiene muchos menos costes». Para el empresario ya han implantado en prácticamente todas sus tiendas el «sistema de pescado al día, desde las lonjas más próximas», y su modelo en frutas y verduras está en 220 tiendas aunque «carne y charcutería están en el laboratorio» (tiendas de prueba limitada de productos), como los supermercados de Pobla de Vallbona y l’Eliana, en Valencia. Una rentabilidad esperada para antes de de 2020, para que los clientes efectúen en Mercadona «la compra total, tanto en frescos como secos, con gran calidad y al menor precio posible».
Roig también salió al paso de las descalificaciones a «eso que dicen de marca de fabricante y de distribuidor»: «Que yo sepa, todos los productos los fabrican los fabricantes y nuestros productos son fabricados por fabricantes, no por el Espíritu Santo», explicó ante representantes de todas las empresas de gran consumo.