La juguetera española Wodibow ha sido galardonada en la competición de diseño más grande del mundo, A Design Award. Wodibow es una iniciativa española, tanto en el diseño como en la producción, que se basa en los fundamentos de la cultura ‘maker’ para desarrollar sus juguetes 100% artesanales y ecológicos. Su primera colección ‘Mastodontes’ ha sido premiada en la competición de diseño más grande del mundo.
A’ Design Award and Competition es la competición de diseño más grande del mundo – 180 nacionalidades, 70 jurados profesionales y académicos, 110 categorías, 15.000 proyectos presentados- que premia cada año los mejores diseños, conceptos de diseño y productos y servicios. Este año la española Wodibow ha sido galardonada por su primera colección ‘Mastodontes’ en la categoría ‘Toy, Games and Hobbie Products Design’.
Wodibow es una iniciativa española tanto en el diseño como en la producción que se basa en los fundamentos de la cultura ‘maker’*, combinando la dedicación artesanal con la capacidad resolutiva de la tecnología. Diseño vanguardista y respeto total por el medioambiente son la clave. Su galardonada colección de juguetes artesanales y ecológicos ‘Mastodontes’ recrea cuatro animales de tamaño mastodóntico, es decir, aquellos que pesan más de 700 kg.
Se componen por 22 piezas de estética industrial y de líneas depuradas pero que deben encajarse correctamente para ir transformando sus formas hasta componer el animal: un rinoceronte, un hipopótamo, un elefante y un oso.“A’ Design Award no es sólo un premio, es el indicador de calidad y perfección en diseño, el premio es reconocido a escala mundial y tiene la atención de compañías orientadas al diseño, profesionales y grupos de interés. Ganar el A’ Award es un certificado de excelencia para diseñadores, una prueba de calidad para compañías” manifiestan desde los premios.
Están hechos de materiales 100% naturales -madera maciza de haya tratada con cera de abeja pura y aceite de oliva- y niegan el uso de plásticos, debido a las dificultades que tiene nuestro planeta a la hora de digerirlo. “Puesto que no existe un trozo de madera igual a otro, no existe un Wodibow igual a otro”, matiza su creador Pablo Saracho. Montados resultan imponentes con su kilo y medio de peso.
“Producir más en menor tiempo no es nuestra exigencia, sino producir mejor en el tiempo que sea”, apunta Saracho “de hecho hemos sido capaces de crear un sistema de producción que nos permite supervisar todas y cada una de las piezas que luego ponemos en manos de nuestros compradores”. Proceso que desarrollan en su fábrica ubicada en un pueblo de Segovia.
El galardonado diseñador concluye: “la imaginación de una persona es lo único que puede darle vida a un juguete. El carácter de las personas es cada vez más autómata y menos imaginativo, y he decidido dejarme llevar por mi vocación más emprendedora para lanzar estos juguetes al mercado que, espero, despertarán la creatividad a muchas personas, niños y adultos”.