La SGAE celebrará sus elecciones el 22 de octubre.

 Esta decisión responde al deseo de restablecer la normalidad en la institución, tras la reciente aprobación de los estatutos por parte del Ministerio de Cultura.  Comienza así una nueva etapa para el colectivo autoral.

Por primera vez en la historia de la SGAE, se ampliará el censo electoral a todos sus miembros. Esta medida democratiza la Sociedad, ya que todos sus socios tendrán derecho a voto para elegir a los 39 integrantes de su nueva Junta Directiva.

Asimismo, los socios habrán de elegir a los integrantes de la nueva Comisión de Supervisión, creada en cumplimiento de los objetivos de transparencia y regeneración marcados por la adecuación definitiva de la entidad al nuevo marco legal español y europeo y destinado al control de los órganos de gobierno. Estará compuesta por cinco autores, socios de la SGAE, y cinco miembros externos a la Sociedad con experiencia reconocida en el ejercicio de sus funciones en el ámbito de la propiedad intelectual.

El próximo 22 de octubre los socios también escogerán a los integrantes de los Consejos Territoriales de Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid y País Vasco. Puestos en marcha en el año 2012, tienen como objetivo reforzar la representatividad de los autores residentes en cada Comunidad Autónoma en ámbitos como la promoción, la formación y la asistencia social. Como novedad, se constituirá por vez primera el Consejo Territorial de Canarias.

Estas medidas aprobadas por la Junta Directiva de la SGAE responden a la necesidad de adaptar el funcionamiento de la entidad a las normas y estándares internacionales de la gestión colectiva. En este último año, la Sociedad española ha trabajado internamente para mejorar sus prácticas en consonancia con los requisitos exigidos por la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC). El objetivo de la SGAE es volver a ser miembro de pleno derecho de CISAC.

El punto de partida de la SGAE en esta nueva etapa ha sido acentuar la colaboración con las instituciones culturales de las que depende: Ministerio de Cultura, órgano tutelar de la entidad de gestión, y la CISAC. Una hoja de ruta marcada por la cooperación, el diálogo y el cumplimiento escrupuloso de todos sus requisitos para normalizar la vida de la entidad.