MediaMath ha apostado por impulsar la iniciativa DigiTrust de estandarización de identidades que mejora la experiencia de usuario y los resultados de las campañas.
La identidad digital está hoy muy fragmentada. Hay muchos actores que operan en el sector digital. Al mismo tiempo, la infraestructura que los conecta a todos ha creado multitud de soluciones parciales de identidad sin estándares claros. Esta situación perjudica notablemente a los consumidores, que se encuentran ante un cúmulo de experiencias digitales, desconectadas entre sí. La industria de la publicidad digital está haciendo frente al problema.
De hecho, cada vez destina más recursos a soluciones de identidad digital. Sólo en Estados Unidos, y de acuerdo a eMarketer, se dedicaron el año pasado 900 millones de dólares para introducir mejoras. Y la previsión es que la cifra alcance los 2.600 millones en 2022. Al mismo tiempo, se han puesto en marcha iniciativas como DigiTrust, a la que recientemente se ha adherido MediaMath, que propugnan un enfoque estandarizado y unificado de la identidad digital. Gracias al cual los consumidores y las marcas serán los grandes beneficiados.
DigiTrust es un consorcio que defiende una identificación digital abierta y neutral, con alcance global, que respeta la privacidad de los usuarios y que se desarrolla dentro de un espacio compartido de nombres de dispositivos. El enfoque estandarizado que defiende enriquece la experiencia de los consumidores y los resultados de los anunciantes, al permitir una comunicación constante, y sin pérdidas, en el proceso de compra. Al mismo tiempo, disminuirá la dependencia en la sincronización de ID. Incrementará el valor y la relevancia de las acciones de marketing y dará un mejor acceso al dispar ecosistema actual de soportes digitales.
Junto a la fragmentación, se observa también la inconsistencia de la identidad digital. El resultado es una experiencia de usuario en el entorno digital, que se podría calificar de ‘retales’. En la que, además, los consumidores se ven invadidos por anuncios intrusivos, así como por importantes y frecuentes descuidos. De tal manera, que se puede dar el caso, por ejemplo, de que un proveedor de servicios televisivos no sabe lo suficiente de los usuarios y les ofrece suscripciones a productos que ya tienen. “El reto del marketing digital es crear una experiencia unificada en todos los dispositivos, que contribuya a la correcta personalización de las campañas, así como de los productos y servicios que demandan los consumidores”, comenta Gonzalo García, director para el Sur de Europa de MediaMath.
Requisito imprescindible para conseguir la identidad digital única es un adecuado manejo de los datos de los usuarios, y al mismo tiempo, utilizarlos en función de sus características propias. Así, los denominados datos anónimos, por ejemplo, sólo sirven para reporting. Por su parte, los seudónimos son útiles para la medición, optimización y activación de acciones de marketing.
Mientras que los de identificación personal, aquellos que permiten identificar a una persona específica, y aunque sirven para la mayoría de las acciones de marketing que se realizan con los seudónimos, quedan supeditados a la normativa vigente sobre protección de datos. Siendo esta la que determinará los usos que las marcas pueden hacer de ellos, permitiendo, o no, por ejemplo, que puedan conectar la información obtenida de campañas digitales con otras estrategias de marketing en el mundo off line.