Navidul, marca de jamón curado en España perteneciente al grupo SIGMA en Europa, ha iniciado la incorporación de la tecnología blockchain a sus piezas ibéricas, tanto jamones como paletas, en su objetivo de satisfacer las demandas de sus clientes y consumidores.
La introducción de esta tecnología supone una revolución en el mercado en términos de transparencia, seguridad alimentaria y control de calidad y responde a las necesidades de quienes, preocupados por su alimentación, buscan un conocimiento más profundo de los productos que consumen, desde su origen al destino final.
“La aplicación de esta tecnología facilitará a nuestros clientes y consumidores conocer el ciclo de vida de nuestros jamones y paletas ibéricas a través de información de primera mano ofrecida por todos los proveedores que participan en la producción de la pieza que están comprando, ofreciéndoles las máximas garantías de calidad y seguridad alimentaria”, explica Juana Manso, directora de la Unidad de Negocio de Navidul.
El blockchain ofrece un importante valor añadido al consumidor al poner a su disposición información veraz, completa e inmutable. Mediante el escaneo de un código QR incluido en la vitola de las piezas ibéricas Navidul -que se insertará a partir de mediados de 2021 -, el consumidor tendrá acceso, a través de su teléfono móvil, a datos como la alimentación del cerdo, dónde se ha curado, el peso final de la pieza o la fecha de consumo preferente.
Trazabilidad y transparencia de Navidul
“Hasta ahora, los sistemas de trazabilidad tradicionales permitían monitorizar internamente todas las etapas de producción, transformación y distribución de determinados productos. Con la implementación de la tecnología blockchain, Navidul abrirá dichos procesos a proveedores, clientes y consumidores, favoreciendo mayor transparencia en la cadena de suministro”, explica Tomas Alonso, Director de Calidad de Navidul.
Con la participación de once departamentos de la compañía -desde Calidad, hasta Producción, I+D u Operaciones, entre otros- la implantación de este sistema ha necesitado de la adaptación de los centros de producción de Navidul en Torrijos (Toledo) y Trujillo (Cáceres) a los nuevos requerimientos tecnológicos.
En una primera fase se han modificado las líneas de recepción de materia prima y de empaquetado de producto final para poder introducir las bridas de radiofrecuencia en todas las piezas de ibérico. Asimismo, se han instalado antenas de radiofrecuencia que captarán individualmente las lecturas de cada brida, subiendo al sistema toda la información de la pieza. De esta manera, cuando el jamón pasa por el arco de radiofrecuencia a la hora de empaquetar, este lee toda la información del proceso de la brida que se plasma en un código QR impreso en una etiqueta que luego se colocará en la vitola del jamón.