Las cadenas de radios comerciales de la AERC, piden al Gobierno un plan de ayudas e incentivos para poder mantener sus emisiones, el empleo y su labor de servicio público. La cuarentena decretada ante la crisis del coronavirus ha reducido la facturación publicitaria de la radio hasta en un 80%, lo que hace peligrar su supervivencia. La radio comercial es -ahora más que nunca- un servicio público esencial que contribuye a la difusión de información veraz, de campañas de concienciación y de colaboración con la administración para tratar de detener la pandemia
El paquete de medidas económicas aprobado por el Gobierno no da respuesta a las singularidades de la radio, que no puede acogerse a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que eso supondría la suspensión de las emisiones
La sociedad española vive una situación sin precedentes, de efectos demoledores sobre la población y sobre el tejido empresarial a propósito de la pandemia desencadenada por el coronavirus (Covid-19)
La radio comercial -representada por la AERC– no es en absoluto ajena a esta realidad, que está resultando también demoledora para su modelo de negocio, debido a una caída en la facturación publicitaria inédita en la historia de este medio. Un descenso que alcanza hasta el 80% en comparación con el mismo periodo que el año pasado y que pone en grave riesgo la continuidad de las emisiones.
La radio es, ahora más que nunca, un servicio público esencial para la sociedad, asumiendo un papel fundamental a la hora de transmitir mensajes que ayuden a contener la pandemia. Para ello, las cadenas se ven obligadas a incrementar la oferta informativa al máximo de sus capacidades productivas, y así poder atender la demanda social de información y la cooperación con las instituciones públicas y sanitarias.
Y esta labor se hace desde cada una de las cadenas de radio comercial, que -desde sus respectivas líneas editoriales– difunden información precisa, veraz y contrastada por sus equipos de profesionales.
La compañía es un valor consustancial al medio radio. Y ahora, más que nunca, este valor se convierte en imprescindible para miles de personas (muchas de ellas mayores) que viven en soledad el confinamiento.
El paquete de medidas económicas aprobado el pasado 17 de marzo por el Gobierno de España no da respuesta a las necesidades de las radios comerciales. La singularidad de este medio hace muy complicado a las empresas editoras acogerse a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), toda vez que, sin el trabajo de los profesionales, sería imposible emitir una programación comprometida con el servicio público.
Para evitar que -a la salida de la pandemia- el deterioro de nuestras empresas se traduzca en destrucción de puestos de trabajo y en pérdida del pluralismo informativo como sostén de la democracia, la Asociación Española de Radio Comercial (AERC) urge la adopción por parte del Gobierno de España de un plan específico de ayudas e incentivos a este medio, que remedie su situación, en tanto persista la casi ausencia de publicidad en medio de esta emergencia nacional.
De no ser así, la supervivencia de la radio (un servicio público esencial, generador de empleo y contribuyente de la pluralidad informativa en un Estado de Derecho) quedaría seriamente comprometida.