Sólo 3 de cada 10 despachos de abogados tienen perfil en redes sociales y su página web actualizada.
Se trata de un análisis realizado por www.comunicamaspormenos.com que refleja un tímido cambio de tendencia en un sector conservador como la abogacía. Un sector que poco a poco va dejando atrás los recelos iniciales y empieza a ver las redes sociales con una nueva forma de ganarse la confianza del cliente. El 82% de abogados autónomos y grandes despachos consultados confía en algunas redes sociales como la base de una buena imagen del despacho, aunque el 60% confiesa desconocer cómo mejorar la reputación a través de ellas para crear imagen de marca.
Otro dato interesante es que el 52% de los responsables de despachos jurídicos encuestados considera que es necesario invertir en profesionales de la comunicación que gestionen sus redes sociales. Sólo el 15% de las firmas legales en España utiliza el blog como parte de su estrategia de comunicación digital y el 30% se decanta por los boletines informativos online, es decir, los newsletters.
La irrupción de la tecnología en el sector de la abogacía obligará a los nuevos profesionales a aprender nuevas habilidades para triunfar en la abogacía de los negocios. Las redes sociales se posicionan hoy como herramientas muy válidas para la captación, imagen y fidelización para los bufetes y firmas legales.
Según el análisis realizado por www.comunicamaspormenos.com los despachos jurídicos españoles con mayor presencia en la red son: Legálitas, Cuatrecasas, Uría Menéndez y Garrigues. En cuanto a instituciones, por número de seguidores y grado de influencia, el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) (foto) logra despuntar.
Los despachos de abogados que tienen presencia online son hoy una ventana desde donde presentan sus servicios jurídicos a un mercado global. Con una buena estrategia de márketing digital pueden alcanzar un volumen de facturación que, en el mundo offline, habría requerido ingentes cantidades de inversión. El proceso de cambio que vive la abogacía ha convertido a estos profesionales en expertos del derecho, pero también en profesionales con habilidades comerciales. Vender sus servicios jurídicos es hoy uno de los objetivos de cualquier firma legal.
Los tiempos han cambiado y han quedado atrás los mails masivos o las llamadas telefónicas indiscriminadas. Ahora hay que se ser muy concreto y estratégico. Por ejemplo crear campañas sobre cuestiones concretas que necesiten asesoramiento jurídico, tales como plusvalías municipales, Reglamento Europeo de Protección de Datos…, etc.
En opinión del CEO de Comunica + por – Miguel Zorío, “En el mundo de la abogacía también se abren nuevos canales y formatos de comunicación. La marca personal de los abogados es un valor en alza y contar con una adecuada estrategia de comunicación adaptada a los objetivos y un equipo experto en redes, es clave para triunfar y diferenciarte de la competencia”.
La industria legal está empezando a darse cuenta de cómo las redes sociales pueden ayudar a los abogados a cimentar las relaciones personales, fundamentales para el negocio. De hecho, cada vez más abogados consiguen trabajo como resultado de interacciones que han comenzado a través de las redes sociales, particularmente LinkedIn.
Las redes sociales también son un medio para estar en contacto con todos sus stakeholders: clientes, estudiantes, empresas, autoridades, instituciones, medios de comunicación, etc. Para ello, es importante adaptar el lenguaje jurídico a las redes y la mano de los profesionales de la comunicación, que pueden traducir un lenguaje legal complejo en mensajes claros y atractivos.
Aparte de la red preferida por el sector: LinkedIn; estar en Twitter puede contribuir a ser un referente en el mercado y para la labor de captación de clientes, el despacho también debería tener una página en Facebook. La clave para conseguir seguidores es que el contenido esté bien segmentado, que no se publique solamente contenido propio, sino que se publique contenido relacionado con el sector, seguir a gente relevante del Derecho o de una especialidad jurídica concreta o a potenciales clientes e interactuar con ellos.
«Una de las acciones que proponemos y gestionamos en Comunica más por menos, es realizar inversiones razonables en Google Adwords, ahora llamado Google Ads». Se trata de campañas de posicionamiento del despacho en internet y permite que cuando nos busquen en la red nos encuentren en las primeras posiciones. También es fundamental tener una página web muy cuidada, ya que va a ser la tarjeta de presentación para potenciales clientes que quieren conocer nuestra actividad como despacho.
Riesgos y ventajas
Las redes sociales también tienen sus riesgos y un mal uso de estas potentes herramientas, pueden llegar a desprestigiar a la firma. Además, en caso de sufrir una crisis en redes, todas ellas cuentan con un protocolo de actuación que, en la mayoría de los casos, es reservado. Debe estudiarse el alcance de la situación y, dependiendo de su intensidad, tomar las decisiones oportunas.
Entre las ventajas destaca el hecho de que las redes sociales dan acceso a mucha información y permiten estar al día. Un abogado puede conocer exactamente las últimas novedades legislativas, lo que están haciendo otros compañeros.
Para sacar el máximo provecho, las redes sociales ayudan a obtener visibilidad, imprescindible actualmente para cualquier profesional. Para un abogado, su presencia en LinkedIn le va a dar prestigio y le permite trabajar con otros profesionales, además de crearse una reputación en el sector.
Por otra parte, en un sector cada vez más competitivo y con exceso de oferta, las redes sociales son un vehículo idóneo para buscar diferenciación. Los grandes despachos puede que utilicen las redes solo para captar abogados y monitorizar su reputación online. Sin embargo los jóvenes abogados y despachos pequeños utilizan las redes sociales como una ventana, de fácil acceso, que bien aprovechada va a facilitar un conocimiento de su marca y les van a ayudar a posicionarse como referente en un determinado nicho de clientes.
En resumen, la identidad digital es uno de los medios más importantes para reforzar la reputación. Muchos de los potenciales clientes rastrean a través de la red, referencias al despacho o a sus abogados, que consoliden o descarten su elección. El mundo de los abogados es un mundo de confianza y ésta se consolida en la red.