Se trata de la nueva campaña de sensibilización y vigilancia contra las distracciones al volante de la DGT, habitual en esta época del año, hasta el domingo 18. El año pasado fallecieron 606 personas en accidente de carretera por estas distracciones. La campaña divulgativa usa el mensaje “Hay que estar a lo que hay que estar”, con el monologuista Leo Harlem. Con motivo del alto porcentaje de accidentes que supone la desatención en la conducción (4 de cada 10 accidentes tienen como factor concurrente la distracción), la Dirección General de Tráfico pone en marcha desde hoy y hasta el próximo domingo 18 de marzo una campaña especial de sensibilización y concienciación de los peligros que entrañan las distracciones al volante.
Teniendo en cuenta los actuales usos del móvil y el GPS se ha creado una estrategia de comunicación basada en la ridiculización y exageración de este nuevo comportamiento.
Para conseguirlo se han creado tres monólogos de un minuto de duración. El guionista e intérprete de los monólogos es Leo Harlem, actor especialista en monólogos. El slogan de la campaña es: «Hay que estar a lo que hay que estar. No te distraigas» La campaña se difundirá en Internet y radio. El principal soporte para compartir los vídeos será el canal de youtube de la DGT: publicidaddgt. Cada uno de los menajes se ha centrado en un tema y estos son sus títulos:
– El peatón electrónico
– El coche en la oficina
– No sin mi GPS
Durante las dos semanas que durará la campaña, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico intensificarán los controles, con el intento de trasladar a la sociedad la imperante necesidad de mantener durante el tiempo de conducción la máxima atención. También se ha cursado invitación a los Ayuntamientos con más de 25.000 habitantes que, a través de sus policías municipales, se suman a la campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos municipios, así como a las Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias en materia de tráfico. Marcar un número de teléfono, enviar un mensaje por el móvil, manejar en marcha los sistemas de navegación, hablar por el móvil (incluso con manos libres), fumar al volante y muchas otras son acciones que se realizan diariamente mientras se conduce y que son causa de un accidente.
Esta campaña tiene tres objetivos de comunicación:
– Ya muchos de los vehículos vienen equipados con manos libres y los dispositivos externos que se instalan en cualquier radio son muy accesibles. Por esto, hay que concienciar a los usuarios de que no pueden mantener conversaciones muy largas porque se pierde la concentración.
– Una gran mayoría de la población usa los dispositivos GPS para guiarse en la carretera y en la ciudad, pero es fundamental que se acostumbren a programarlos antes de salir y no mientras conducen.
– El riesgo que supone la nueva tendencia de los peatones que pasean por las ciudades con la cabeza metida en el móvil sin mirar a lo que les rodea.
En 2011 las distracciones causaron 566 accidentes mortales en carretera, en los que fallecieron 606 personas y 556 resultaron heridas de diversa consideración. El tipo de accidente más frecuente provocado por la desatención en la conducción es la salida de vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello. Si a la distracción se le suma un exceso de velocidad, ambos factores incrementan el riesgo de accidente y la lesividad del mismo, ya que el tiempo de reacción disminuye. Un vehículo que circula a 120km/h, en tres segundos, recorre una distancia superior a la de un campo de fútbol. Si el conductor aparta la vista de la carretera en ese tiempo, el vehículo circulará sin control a lo largo de un tramo en el que pueden surgir diversas circunstancias que provoquen un accidente.
Pese a la seguridad y protección que aporta el móvil, especialmente en momentos de urgencia o de necesidad, su utilización mientras se conduce genera un elevado riesgo de distracción. Según diversos estudios, “tras un minuto y medio hablando por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”. Además, algunos estudios constatan que la peligrosidad por un uso inadecuado puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de velocidad. Pese a que los conductores dicen ser conscientes de la peligrosidad que implica su uso, son todavía numerosos los que siguen utilizándolo mientras van al volante. Según datos provisionales, el año pasado los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil impusieron 125.964 denuncias por utilizar el teléfono mientras conducían.
Pero no solo los conductores se ven afectados por el uso inadecuado del móvil, también en los peatones provoca distracción, ya que van abstraídos en la conversación y son ajenos a los riesgos viales que se les presentan. En los últimos años, el uso de los navegadores ha aumentado considerablemente en España, pese a que estos aparatos pueden constituir una ayuda al conductor, suponen igualmente una causa de distracción si son manipulados durante la conducción. Por este motivo, en la última reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, el uso del GPS durante la conducción se equiparó a la infracción cometida por conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo.
El sueño y la fatiga son dos factores de riesgo desconocidos y a la vez causantes de accidentes. Alcances traseros, salidas de vía, invasiones de carril contrario contiguo… están relacionadas con que el conductor circulaba fatigado o con sueño y no pudo evitar el accidente. El año pasado, se produjeron en carretera por este motivo 99 accidentes mortales, en los que fallecieron 113 personas (datos a 24 horas). Encender o apagar un cigarrillo, el humo en los ojos, lumbre que se desprende… son elementos que provocan distracción mientras se conduce. Según un estudio de las compañías de seguro inglesas, al menos el 5% de los accidentes de tráfico son directa o indirectamente atribuibles al hecho de fumar en el interior del vehículo.