Se esperaba desde hace tiempo.
«El runrún del mercado decía: cualquiera de las cuatro grandes consultoras tiene capacidad financiera para comprar cualquiera de los seis grandes grupos publicitarios. Yo siempre añadía: si les interesara.
El interés de las consultoras por el negocio publicitario estaba claro. Que los grandes grupos publicitarios se habían cargado de unas estructuras gigantescas, en muchos casos innecesarias, también.
Además, la preponderancia de los factores financieros y el énfasis en la reducción de los costes hicieron perder atractivo al sector publicitario: cada vez le resultaba más difícil atraer el talento.
Como consecuencia, se lo he oído varias veces a Toni Segarra y no sólo a él, las agencias perdieron el nivel de interlocución dentro del cliente, que las consultoras mantenían.
Ya ha quedado claro: los grandes grupos no les interesaban, pero algunas empresas concretas del sector, sí.
A primeros de año se conoció la compra de Conento por parte de Deloitte. Conento era una joyita especializada dentro del sector, fruto del excelente trabajo de Macarena Estévez y su equipo. Totalmente independiente, alejada de los grupos.
Ahora, a principios del segundo trimestre, se han conocido otros movimientos. Accenture compró la prestigiosa agencia Droga 5 y unos días después la, no menos prestigiosa, española Shackleton. Ambas independientes, con un perfil, hasta cierto punto, similar.
Seguro que no serán los últimos episodios en este desembarco de las consultorasen el sector publicitario.
Sean bienvenidas si, como dice Pablo Alzugaray, aportan tecnología avanzada, big y small data, robótica cognitiva…para hacer mejores cosas.
A lo mejor son el revulsivo que necesita nuestro sector en este cambio de época».
Eduardo Madinaveitia
