El 44% de los españoles recibe entre uno y cinco bulos por Internet a la semana y el 31% otorga credibilidad a estas noticias falsas. El 90% de los usuarios tiene una cuenta en Facebook, el 89% usa WhatsApp y el 45% es
usuario de Twitter. De media, los internautas visitan de forma habitual entre cuatro y cinco redes sociales y el 55% utiliza las redes para informarse.
Se trata del último informe de www.comunicamaspormenos.com, (plataforma web de consultoría de comunicación online low cost) sobre el tema de los bulos y las noticias falsas es una amenaza real y afecta a casi la totalidad de la población. Prueba de ello es que el 97% de los españoles encuestados aseguran haber recibido en alguna ocasión una cadena de email, de autoría anónima, con información alarmista sobre un servicio o producto y con la petición de ser reenviado a otros contactos.
Progresivamente todos vamos aprendiendo a utilizar lo que nos brindan las redes
sociales. Empezamos a distinguir cuándo dar credibilidad a ciertas informaciones y
cuándo desconfiar de la fuente. A medida que se extiende el uso de Internet y de las redes sociales, también lo hace su impacto, en ocasiones con mentiras o informaciones no contrastadas.
Ante esta situación es recomendable no entrar en páginas poco seguras, no reenviar
información falsa y tener mucho cuidado al dar nuestros datos personales. Los bulos en la red suelen tratar temas relacionados con la salud y la alimentación, la tecnología y la economía y en los últimos años de crisis económica se propagaron bulos relacionados con el mercado laboral, con ofertas falsas de trabajo, y también estafas de regalos y premios.
En este sentido, un 6,5% de los encuestados afirma haber sido víctima de una estafa en la red, pero la cifra sube hasta el 37% de los internautas que conocen a alguien que ha sido estafado en la red.
En la era digital, los ciudadanos se han convertido en una fuente fundamental para los medios de comunicación, encargados de filtrar, corroborar, analizar e interpretar esa información. Sin embargo, nos preocupa mucho la seguridad de nuestros datos personales, preocupación que confiesa el 84% de los encuestados y que intentan subsanar a través de un sistema de antivirus y evitar la entrada en páginas poco seguras. A menudo los bulos son la puerta de entrada a virus y delitos informáticos.
La mejor forma de prevención es evitar facilitar datos de contactos a
desconocidos en la red y ser críticos con la información que se recibe, sobre todo aquella que exige participación y viralización. Asímismo, en numerosas ocasiones los bulos se disfrazan de noticias en las redes sociales.
Solamente hay que recordar los atentados en la Rambla de Barcelona. Unos minutos después del atropello ya circulaban fotografías y vídeos de la masacre que se hacían virales a través de Facebook, Twitter y WhatsApp. Poco después llegaron los bulos, como que los terroristas se habían atrincherado en un bar de la zona o la supuesta búsqueda de un niño desaparecido. La impaciencia lleva en ocasiones a precipitarse con informaciones no contrastadas y de algunos bulos se hicieron eco algunos medios de comunicación.
Los Mosso d´Esquadra, Policía Nacional, Guardia Civil y Ministerio del Interior se encargaron de desmentir los rumores, recomendando a los ciudadanos recurrir a la información aportada por fuentes oficiales.
En este sentido, este año 2017 tanto Facebook como Google ha rectificado y declarado la guerra a las noticias falsas, ante la avalancha de críticas y sospechas. La necesidad de resolver el problema de las “fake news” ha llevado a Facebook a incluir una batería de medidas sobre mejoras técnicas, verificaciones hechas por terceros y la potenciación de artículos de calidad.
También se ha activado el primer protocolo anti noticias falsas, una alerta que advierte al usuario cuando una información es de dudosa procedencia, aunque este servicio, de momento, sólo está activo en Estados Unidos. Por su parte Google también ha anunciado que dejará de incluir páginas web de noticias falsas en su red publicitaria.
En el caso de las empresas, las noticias falsas relacionadas con ellas suelen tener su origen en clientes o trabajadores descontentos. Algunas personas lanzan noticias falsas o inexactas en medios sociales que se convierten en virales antes de que la empresa afectada pueda dar su versión.
Para Miguel Zorío, responsable de www.comunicamaspormenos.com “es
importante que todo el mundo pueda acceder a un asesoramiento de comunicación a nivel
personal, empresarial y corporativa a un precio muy ajustado y competitivo, ya que internet permite acceder a una gran cantidad de contenido informativo, pero con tantas noticias y tanta viralidad sin control, estamos expuestos a ser engañados”.
Ante esta situación, han surgido algunas páginas web para validar leyendas urbanas, cadenas de mensajes, etc. Por ejemplo, la página web Snopes. Su método habitual es el seguimiento de las fuentes del rumor, contrastando la información con diversas fuentes y clasificando los rumores como “ciertos”, “falsos”, “dudosos” o imposibles de verificar.