Unas 400 personas interpretaron el himno de la Champions debajo de la casa, donde Heineken había reunido a 11 delegados del público para ver el partido en grupo. Justo debajo del balcón los 400 implicados entre camerata, coro, técnicos de sonido y cámaras, comenzaron “su” himno de la Champions en la calle mientras el sonido de la televisión bajaba para dar paso al de los cantantes. Ante la sorpresa todos se asomaron y antes de que empezara el partido, se desmontó todo el aparato montado en segundos. Se trataba del Coro Matritum Cantat y la orquesta Camerata del Prado con Tomás Garrido al frente .