La Asociación de Usuarios de la Comunicación ha hecho público su informe de observaciones al Anteproyecto de Ley de Creación la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que supone la integración en una única autoridad reguladora. Se trata de unir la Comisión Nacional de la Competencia, la Comisión Nacional de la Energía, la Comisión Nacional del Sector Postal, la Comisión Nacional del Juego, la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria, el Comité de Regulación Ferroviaria, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA), contemplado en la Ley General de la Comunicación Audiovisual pero que nunca ha llegado a crearse.
Para AUC, sin entrar a valorar si es más conveniente contar con un “macroconsejo” o con diferentes Consejos sectoriales (algunos convergentes como en el caso del audiovisual y las comunicaciones electrónicas), la principal preocupación ante este Anteproyecto es que respete adecuadamente el mandato europeo sobre la independencia de las autoridades reguladoras y que no suponga una “regubernamentalización” de funciones en detrimento de esa independencia.
En materia audiovisual, la Asociación señala que algunas de las funciones que la actual Ley General de la Comunicación Audiovisual atribuía al nonato CEMA, pasarían ahora según el Anteproyecto a ser competencia de los Ministerios de Presencia o de Industria. Así ocurriría, por ejemplo, con la aprobación del Catálogo de Acontecimientos de interés general, el registro y control de actividad de los prestadores del servicio, la gestión de las licencias o la verificación de las participaciones entre operadores.
Tampoco queda claro qué funciones de arbitraje y conciliación entre los operadores televisivos o radiofónicos podría cumplir la nueva CNMC, mientras que sí se explicita en el ámbito de las comunicaciones electrónicas. Finalmente, AUC advierte que, según el Anteproyecto, aquellas competencias que la legislación atribuía al CEMA y el Anteproyecto no encomiende a la CNMC, serán ejercidas por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, lo que dejaría abierta la puerta a que esta “regubernamentalización” sea aún mayor de lo que en principio pueda valorarse.
