El C de C presentaba en Encuentros en el Tercer Miércoles, al videoartista y comisario Iury Lech, y al estudio The Frank Barton Company, desde los que se habló de animación, arte y de pantallas que sirven antes a la reflexión que al entretenimiento. Sergio García fundador de The FRANK BARTON Company, estudio nacido en 2008 en el campo de la producción, explicó que su compañía se fué especializando a animación, donde se sienten más cómodos porque les “involucra más con la parte creativa”. Y las cinco referencias que presentó fueron precisamente en ese campo. Comenzó con un trabajo del estudio de animación alemán Sehsucht para la marca de aspiradoras Vorwerk, del que destacó cómo, a partir de algo tan cotidiano como una aspiradora, se puede construir un mundo, con catástrofes y reconstrucciones incluidas, y narrar una historia completa. Para el fundador de The Frank Barton “El bosque encantado”, pieza del estudio americano Psyop para Fedex, explicó la magia y la estética del cuento clásico. También de Estados Unidos era la tercera referencia, en concreto de la productora Buck para las pinturas Sherwin. Un ejercicio de fidelidad a la realidad con el 3D fue el cuarto trabajo que mostró Sergio García, obra de la sueca Happycamper para la compañía de telefonía China Mobile y terminó con el spot para Ben & Jerry de la americana Elastic que mezcla el 3D con el stop motion.
La pieza de The Frank Barton Company que enseñó Sergio García ejemplifica también la mezcla del 3D y el Stop Motion. Es un anuncio para una marca de leche, Vinamilks, en la que explicó cómo habían multiplicado el número de vacas que se utilizan en el spot a partir de hacer ligeros cambios en alguno de los elementos que caracterizaban a los personajes desarrollados. De esta forma, se podían abaratar los costes de una producción en la que hay que fabricar demasiados personajes.
En cuanto a Iury Lech, artista Multidisciplinar y multipremiado en el mundo del videarte, es, entre otras cosas, un erudito en esta última materia y en su intervención llegó a trazar una historia de esta rama artística y habló de sus inicios y su evolución. Lech, impulsor del festival de videarte Madatac, en tercera edición, y del programa de televisión Transfera, comenzó diciendo que resulta difícil establecer una definición de videoarte porque es una actividad que se va retroalimentando a medida que incorpora nuevos tratamientos o nuevos equipos. Para Lech, la definición sería “El arte de ver las cosas que permite a partir de lo poco concreto llegar a un mundo matérico poco conocido”. Se trata de una evolución del arte con una presencia cada vez mayor de la tecnología y con un trasfondo en el que se trabaja con las personas, –los espectadores–, y sus sensaciones. Entre las características de las obras de video arte se encuentra también el hecho de que suelen ser secuencias cuya estructura no tiene principio ni final.
Si se hace una antropología del videoarte, comentó Lech, se encuentra a personajes como Andy Warhol, con su documental Outer and inner space, del año 1965, o Dalí, experimentando con la imagen e incorporando ya una de las facetas características de algunas formas de videoarte: la performance. Y junto a Dalí, Domingo Sarrey, a quien se atribuye la primera pieza de videarte español, Cuadrats, realizada en 1968 sobre un cuadro de Mondrian. Lech habló de los clásicos y reconocidos del videarte, como Reynold Reynolds, de quien mostró su Secret machine, o Bill Viola y su pieza Acceptance hasta los emergentes, como el rumano Mihai Grecu o el español Alberto Merino, de quien mostró su El rastro de la sal.
Al finalizar su intervención, se abrió un debate sobre cómo en el mundo actual, que vive y se nutre de pantallas que sólo ofrecen entretenimiento y espectáculo, el videarte encuentra dificultades porque su propuesta siempre es una reflexión y muchas veces sobre temas que incomodan al ser humano.
