El uso del televisor ha caído en un 10% en favor de ordenadores portátiles y de sobremesa, tabletas o teléfonos inteligentes en favor de contenidos de vídeos, según Accenture. El visionado de películas y programas largos cae el 13% «El televisor es la única categoría que ha experimentado un descenso uniforme superior al 10% entre distintos tipos de medios», según el estudio, que concluye que el consumo de vídeo en cualquier momento y lugar se ha convertido en algo común, acelerando el declive de la televisión tradicional.
El informe añade que «los visionados en pantallas de televisión de contenidos de larga duración, como películas y programas, se redujeron en un 13% a nivel global el pasado año mientras los visionados de deportes en pantallas de televisión disminuyeron en un 10% a nivel global y en un 9% en Estados Unidos». Más de un tercio (37%) de los consumidores poseen teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles/de sobremesa o tabletas y de los que piensan comprarse un televisor, un 61% espera que sea conectado y un 25% un televisor 4K, lo que supone un aumento del 7% con respecto al pasado año. Estos compradores afirman hacer actualmente uso de estos dispositivos para acceder diariamente a todo tipo de contenidos.
Un 87% de los usuarios del estudio combinan el uso de los dispositivos a la vez, aunque domina el teléfono inteligente como dispositivo más frecuente, con un 57% en total.
«Estamos siendo testigos de un abandono definitivo del visionado tradicional de la televisión. Ya no es tan complicado ver programas y películas en dispositivos móviles de todas las formas y tamaños gracias a la mejor transmisión y a la mayor duración de las baterías. La experiencia de visionado en las segundas pantallas es donde los creadores, difusores y programadores de contenidos tendrán éxito o fracasarán», ha dicho el responsable global del sector de difusión de Accenture, Gavin Mann.
El estudio revela la ventaja de las cadenas tradicionales sobre nuevos actores del mercado, aunque los encuestados mostraron preferencia por los principales canales de televisión, satélite o cable frente a los nuevos proveedores de Internet. «Cuando se preguntó a los consumidores si los canales de televisión de pago o de vídeos a la carta -como Apple, Netflix o Google- eran una oferta atrayente, sus puntuaciones fueron mucho menores que a las de las cadenas tradicionales», explicó.
Un estudio se realizó en octubre y noviembre de 2014 a 24.000 consumidores en 24 países (incluida España), con una muestra representativo de la población conectada a Internet, y edades desde los 14 a los +55 años.