José María Batalla y Joan Teixidó, presentaron en cdec2017, «La creatividad desde cerebros diferentes» explicando su proyecto común «La Casa de Carlota» estudio de diseño profesional con síndrome de Down y autismo. Se trata de una agencia en la que trabajan de forma integrada y absolutamente normalizada jóvenes estudiantes de escuelas de diseño, ilustradores y directores de arte seniors. José María Batalla es el director creativo e impulsor de este proyecto que vio la luz en Barcelona en el año 2013.
Teixidó, con una larga trayectoria creativa en MMLB, Intermarco Publicis, Contrapunto Barcelona y TBWA, explicó por qué le entusiasmó este proyecto. «Me explicaron que la creatividad es una forma distinta de explicar las cosas». En todas las agencias en las que estuvo tenían esa obsesión de la creatividad, «crear y construir». «Los últimos años trabajó bajo un jefe que tenía esa misma obsesión, pero para él, «la creatividad era romper las reglas». “Tuve la suerte de coincidir con Apple, para quien nunca trabajé. Me enamoré de la marca más que de sus productos, del concepto global. Era una marca rompedora”. Explica que lo que aprendió de Apple es que comunicaba de una forma diferente. Convertía en locos a los que no lo eran con su “think different». “Nos decían que la creatividad estaba en la locura y yo me lo creí”.
Teixido explicó su pensamiento en esos años, en que se desenganchó de la creatividad, se fue a Madrid y montó «Micrópolix, el primer parque de ocio educativo de Europa». Se desencantó un poco y se tomó un año sabático cuando José María Batalla se puso en contacto con él para que trabajase con él. Y gracias a él descubrió que sí que había una forma diferente de hacer las cosas. “Esa búsqueda constante de cómo hacer las cosas es lo que nos da la pasión”.
Batalla señaló “No voy a explicaros cómo ser más creativos, sino cómo llegar a la creatividad por caminos diferentes” y comenzó con una cita de Ken Robinson sobre la creatividad. “En La casa de Carlota tenemos creativos diferentes”. Explica que los equipos creativos de la agencia están formados por profesionales del sector y por personas que han nacido con síndrome de Down muy seleccionados. “No somos una ONG, no hacemos esto por caridad, seleccionamos muy bien a nuestros creativos”. Tenemos también personas con autismo y estudiantes de diseño de distintas escuelas, esos son los 4 pilares de La casa de Carlota. “Nosotros no hablamos de discapacidad, porque no creemos que son personas discapacitadas”.
Entre las situaciones raras, destacaron una fotografía en la que se ve a un chico con síndrome de Down, que es diseñador, corrigiendo un trabajo de un director de arte que no tiene síndrome de Down. “Es raro, pero es real”. Batalla continuó explicando cómo piensa un Down. «Los estudiantes que hacen prácticas de diseño en el estudio siempre comentan que han aprendido mucho». “El impacto social de tratar con estas personas se lo llevan los estudiantes”, explicó Teixidó.
El ex creativo EuroRSCG, Wonderland, etc, señaló que cuando entró en La casa de Carlota, se encontró con “un ambiente raro, un ambiente muy entrañable”. Un ejemplo de la diferencia es que los creativos tienen que hacer un pequeño esfuerzo para pensar en peces que vuelan, por ejemplo. En cambio, los Down lo piensan sin esfuerzo, para ellos hacer peces volando es algo normal.
Batalla presentó a través de una diapositiva a, Kim, un chico de 25 años con Down, en la que se lee una cita: “Yo no soy Down, lo he dejado. Ahora soy diseñador”. “No os imagináis la trascendencia que tiene esto. Cuando un tío te dice que ha dejado de ser Down sabiendo que nunca dejará de serlo, te está diciendo que ha pasado al mundo de la normalidad”. Batalla explicó que la gran habilidad de Kim es que habla de una forma muy creativa. “Los niños nacen siendo creativos. Pero la sociedad te va cambiando, te vas haciendo mayor. Pero los síndromes de Down, aunque son adultos, nunca pierden esa ingenuidad de niño”.
El propio Batalla contó otra anécdota de Kim con el alcalde de Barcelona respecto a un cartel en la que aparecían unas ilustraciones con peces volando. El alcalde pensó que eran aviones, a lo que Kim le dijo “no son aviones son peces”. El alcalde se avergonzó e intentó explicarle que los peces no vuelas, a lo que Kim le contestó “los voladores sí”. (risas)
Hablando de los autistas, Batalla explicó que «son más complicados, y viven en un mundo imaginario». «Los autistas no socializan, no hacen equipo. Lo que más les cuesta es la comunicación personal. La diferencia es que un equipo de creativos, cuando tienen que escribir un nombre, por ejemplo, Xarel-lo, van al ordenador, buscar su tipografía y lo hacen. Una persona con síndrome de Down no entra en el ordenador, no busca tipografías. Lo escriben a mano. Un autista, en cambio, hará un revoltijo de letras. Porque hay que explicarles que hay que hacerlo en líneas y de izquierda a derecha, etc. “La magia es cuando un profesional ve ese revoltijo de letras y lo convierte en una etiqueta”.
Asi puso el ejemplo de una campaña navideña que hicieron para el ayuntamiento de Barcelona con el hashtag #holanadal.Hicieron 30 originales en 15 días. Todos los originales tienen un toque autista. Para Batalla «parece curioso poder presentar esta clase de campañas a un ayuntamiento y que te lo compre». Al final de toda la explicación, Batalla sugirió a los presentes con dos ideas fundamentales: “No tener complejos, evitar lo prejuicios. Porque si no los eliminas, todo es muy aburrido”. «La otra idea es la humildad», un consejo que dirige especialmente a los estudiantes y quienes están empezando. Teixidó finalizó la ponencia compartiendo un vídeo que refleja cómo La casa de Carlota le cambió la vida.