Menos del 20% compra inducido principalmente por la información de las marcas, ya sea en un anuncio en TV o en el envase del producto. Apenas uno de cada diez decide en función del precio más barato en el lineal. En la alimentación de los más pequeños de la casa, el boca oreja es fundamental. Tanto como que cuatro de cada diez consumidores con bebés deciden la compra de alimentos de acuerdo a las recomendaciones de pediatras y la experiencia personal de familiares y amigos, según el informe “Tendencias en gran consumo para bebés”, elaborado por la consultora Nielsen.
Para los españoles, de hecho, es más importante la prescripción de figuras expertas o cercanas que la propia información que puedan brindarle las marcas. En concreto, los anuncios televisivos inducen de forma decisiva a la compra de uno u otro producto a solo el 18% de los consumidores, mientras que para un 17% la información que ofrece el envase está detrás de su decisión de compra.
Infidelidad vía precio y prescripción
Por otra parte, es habitual que los alimentos para bebés no siempre sean los mismos a la hora de hacer la compra. Siete de cada diez consumidores afirman haber cambiado alguna vez de marcas y en ello tiene mucho que ver tanto el precio como el boca oreja, tal como concluye el informe de Nielsen. Así, casi la tercera parte, un 32% fue infiel a una marca al encontrar otra menos cara, mientras que en torno al 30% se decidió al cambio por prescripción directa de pediatras o familiares.
No obstante, la principal cualidad que valora un consumidor a la hora de adquirir un producto de alimentación infantil es su valor nutricional (47%), mientras que un 37% valora la relación calidad-precio. Y es que los padres no deciden la compra de productos para los más pequeños por precio y nada más que precio, obviando la calidad. De hecho, apenas uno de cada diez afirma comprar los productos más baratos para sus bebés independientemente de la marca que sea. Si acaso los consumidores suelen manejar una serie de marcas concretas que les garanticen calidad y, ante el lineal, se deciden por la que le que suponga menos impacto a su presupuesto de la compra. Así es como se describe el 65% de los compradores, mientras que un 25% no mira el precio en ningún caso y compra el producto que quiere de la marca que desea cueste lo que cueste.
Según la experta de Nielsen, Mari Paz García, “la industria no debe solamente demostrar a los compradores el valor de sus productos para los más pequeños del hogar, sino también a una amplia red de fuentes de confianza como médicos y pediatras. Su respaldo es decisivo pues tienen una gran influencia en los padres, que suelen recurrir a ellos cuando se introducen en este mundo. Además, la calidad es fundamental para asegurar la fidelidad posterior del consumidor”.