La Nevera Roja analiza los hábitos saludables de los españoles a la mesa y elabora la guía “La Nevera Saludable”, en colaboración con el Dr. Jesús Román, experto en nutrición Según el estudio los españoles prestan poca atención a su dieta diaria y, a pesar de ser conscientes de la importancia que tiene comer de forma saludable, un 44% reconoce que solo toma una pieza de fruta al día y el 20% no realiza ningún tipo de ejercicio físico
El 45% de los españoles reconoce no prestar atención a su alimentación y el 62% ha intentado alguna vez seguir alguna dieta, según datos extraídos de un análisis realizado a nivel nacional por La Nevera Roja entre sus usuarios. Los españoles prestan poca atención a su dieta diaria y, a pesar de ser conscientes de la importancia que tiene comer de forma saludable, un 44% reconoce que solo toma una pieza de fruta al día, a lo que se une el hecho de que el 20% no realiza ningún tipo de actividad física.
“Comer a domicilio no está reñido con llevar un estilo de vida saludable, eso sí, hay que elegir los platos teniendo en cuenta sus características nutricionales, realizando una combinación adecuada de alimentos y siempre controlando la cantidad”, afirma Román. Esto coincide además con los datos extraídos del análisis de La Nevera Roja, que indican que más de un tercio de la población (41%) considera que pedir comida a domicilio está incluido dentro de las buenas prácticas alimenticias. Por este motivo, la plataforma española de comida a domicilio La Nevera Roja ha lanzado la guía ‘La Nevera Saludable’, con el objetivo de ayudar a mantener una dieta equilibrada a diario y mostrar cómo cuidarse cuando se trata de pedir comida a domicilio.
Consejos de ‘La Nevera Saludable’:
1. Planifica la semana. Siéntate tres minutos, coge papel, lápiz y planifica tu alimentación y la de los tuyos. ¿Qué vais a comer o a cenar esta semana? Solo son unas líneas básicas que podrás modificar si quieres, pero que te permitirá guiarte y no salirte demasiado del ‘guion’ saludable que te conviene.
2. ¡Oblígate a comer sano! Las prohibiciones no son buenas, así que opta por las ‘obligaciones’ a la hora de comer. No olvides esto: toma a diario un plato de verdura (si te apetece añade además una ensalada), dos o tres piezas de fruta, toma aceite de oliva virgen y elige el pan y la pasta integrales. Pide dos o tres veces por semana pescado, por cierto no olvides que el pescado azul es muy nutritivo y saludable. Selecciona las carnes magras y las aves, procura tomar platos de legumbres una o dos veces por semana y no será mala idea que tomes un puñadito de frutos secos para merendar.
3. Atento a los modos de preparación. Sé razonable a la hora de elegir no solo los alimentos sino también la forma en la que son cocinados. Hay muchas que te irán bien casi siempre (al horno, cocidos, al vapor, parrilla, etc.) y otras que también puedes pedir pero de forma menos frecuente (fritos, con salsas pesadas, etc.).
4. ¡Respeta las costumbres y la dieta mediterránea! Es decir, no dejes de desayunar y, siempre que sea posible, come sentado a la mesa, con familia o amigos. ¡Y sin la television encendida!
5. ¿Y para beber? Agua. Está claro que la mejor bebida, es la base. Los refrescos y las bebidas con azúcar deberían consumirse de forma esporádica. Y si eres adulto, te gusta y no hay ninguna contraindicación (tener que trabajar después, conducir, algún problema de salud, etc.), puedes consumir bebidas fermentadas (vino, cerveza, sidra) siempre con moderación (1 o 2 copas como mucho).
6. Olvídate de que el pan engorda. Una cantidad razonable no te irá mal e incluso ayudará a mejorar el perfil de tu dieta, eso sí: mejor que sea integral.
7. Dulces en pequeñas dosis. Un postre dulce puede ser estupendo para celebrar algo, pero para el día a día es mejor que optes por la tradicional fruta.
8. ¡No te pases con el salero! Habitualmente, los platos ya cocinados te llegarán en su punto justo de sal. Así que procura no usar el salero sin antes probar la comida. Recuerda que el abuso de la sal no es beneficioso para tu corazón.
9. Atrévete a probar platos diferentes. Pedir comida a domicilio puede ser una magnífica oportunidad para probar aquellos alimentos que no te suelen apetecer, ¡dales una oportunidad! Así podrás tener una dieta más variada. Seguro que hay un cocinero excelente ahí fuera capaz de preparar de una manera sensacional y sabrosa esa verdura que te niegas a comer desde pequeño o ese pescado azul que no hay manera de que te apetezca.
10. Descubre el ritual de comer. No olvides que en cocina habrán hecho todo lo posible para garantizar el óptimo estado de los alimentos que vas a comer, ¡no estropees su trabajo! Lo mejor es consumir enseguida tu pedido según llegue a casa. Pero si lo vas a consumir (todo o en parte) tiempo después, no olvides conservarlo en el frigorífico y calentarlo al momento de servirlo al menos a 65º C. ¡Ah! Y si eres alérgico a algún alimento, no olvides especificarlo al hacer el pedido y asegurarte de que te han entendido bien y de que ese plato, tal y como tú lo necesitas, está disponible.