Se trata de una encuesta a 700 españoles con el objetivo de conocer la percepción que tienen de los riesgos medioambientales y en qué se sienten expuestos a los principales contaminantes. Un 80% de ciudadanos no confíen demasiado en la información medioambiental de las administraciones públicas. El estudio -que se publica en la revista OCU-Salud del mes de abril-
recoge que según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro enfermedades que padecemos está relacionada con factores medioambientales. Esta relación causa/efecto es difícil de detectar por los ciudadanos y, por tanto, la información que reciban es básica.
«Es preocupante, a juicio de la OCU, que sólo un 5% de la población confíe plenamente en la información pública ofrecida sobre medio ambiente». La OCU ha preguntado a los ciudadanos sobre los factores que a su juicio son más peligrosos. Los encuestados destacan la contaminación de las fuentes de agua potable, la de los cauces por actividad industrial, y la provocada por
residuos nucleares. Los pesticidas en el aire, la minería de uranio y la polución atmosférica industrial fueron otros de los focos identificados como más dañinos para el ser humano. A la pregunta de cuáles son las fuentes de contaminación a las que se considera estar más expuesto, los encuestados señalaron la contaminación ocasionada por el tráfico, el humo del tabaco como fumadores pasivos y la contaminación de ríos y lagos. Es curioso cómo la percepción del ciudadano no siempre coincide con el riesgo real. Por ejemplo, el 42% de los encuestados no suele beber agua del grifo a pesar de que, en general, su calidad es igual o mejor que la embotellada.
Los encuestados tienen, en general, una visión negativa sobre los problemas medioambientales y el impacto en su calidad de vida. Un 44% de los españoles declara estar claramente insatisfecho con los niveles de ruido y contaminación del lugar donde vive y trabaja. Casi la mitad de los encuestados considera que en los últimos 5 años la contaminación en la región en la que vive
ha ido a más y, además, el 13% se ha planteado seriamente mudarse de ciudad debido a la contaminación. La OCU considera que es necesaria más información. «No es de recibo que un 85% de los encuestados afirme que no ha recibido ningún tipo de comunicación oficial acerca de las medidas implantadas para controlar la contaminación en su entorno. Además, la escasa información actual es poco accesible y difícilmente comprensible para el ciudadano medio». «En España, carecemos de una institución o agencia que sirva de referencia en materia de información medioambiental para el ciudadano. No existe un punto único al que personas interesadas, organizaciones o medios de comunicación puedan dirigirse para acceder, de forma unificada, a todos los
datos y mediciones disponibles».