Los consumidores españoles son los más pesimistas mientras la mitad de los encuestados en el mundo (57%) consideran que están en recesión, y el 48% cree que lo seguirá estando el próximo año. En España el 89% es pesimista sobre la evolución del mercado laboral; el 67% recorta gastos en ocio fuera de casa; un 34% eliminará las vacaciones anuales y el 50% utiliza menos el coche.
La confianza del consumidor global ha vuelto a descender en el segundo trimestre del año y se sitúa en 91 puntos, 2,7 puntos menos que el trimestre anterior, según el estudio global de Nielsen compañía líder mundial en proporcionar información sobre lo que los consumidores quieren y compran. Se rompe así la tendencia positiva de comienzos de año, cuando el índice había subido cinco puntos respecto al 2011.
Pese al descenso global del índice de confianza, el comportamiento no es uniforme, pues Norteamérica, con un índice de 88 puntos, el 6% menos que el primer trimestre del año; Europa, con 73 puntos y un descenso del 1%; y Latinoamérica, con 96 puntos y un descenso del 2%, son las regiones que muestran una tendencia más pesimista. En contraste, el resto de las zonas apunta datos positivos: Asia Pacífico tiene un índice de 100, subiendo el 3% sobre el primer trimestre del año; y África y Oriente Medio se sitúa en 98 puntos, un 1% más. Los consumidores europeos siguen siendo los más pesimistas, hasta el punto de que ocho de los diez países con menor índice de confianza son del viejo continente, y la media europea cae un punto respecto al trimestre anterior, quedando en 73 puntos. La baja confianza de los españoles, con 52 puntos, es incluso superada por Francia (50) e Italia (45).
En el extremo opuesto, la región de Asia Pacífico se mantiene con los mayores niveles de confianza, y seis de los 10 países con un índice mayor son de esa zona. Destacan la India, con 123 puntos, seguida de Arabia Saudí (119), Indonesia (118) y Filipinas (118). La Encuesta Global de Nielsen sobre la Confianza del Consumidor e Intenciones de Compra, que comenzó en 2005, tiene como finalidad medir la confianza del consumidor, así como las principales preocupaciones e intenciones de compra entre más de 28.000 consumidores de 56 países, y se realiza vía Internet. Los niveles de confianza superiores o inferiores a una línea base de 100 indican los grados de optimismo y pesimismo que manifiestan los consumidores.
El bajo índice de confianza de los consumidores se refleja también en el hecho de que el 57% de los encuestados de todo el mundo cree que su país está actualmente en recesión económica, y el 48% considera que lo seguirá estando al menos los próximos doce meses. Además, el 67% de los consumidores encuestados de todo el mundo reconocen haber cambiado sus hábitos para tratar de ahorrar, sobre todo intentando gastar menos en ropa (34%), en ocio fuera de casa (31%), en gas y electricidad (31%), comprando marcas de alimentación más económicas (26%) y menos comida preparada (26%).
En el segundo trimestre de 2012 el índice de confianza de los españoles desciende ligeramente y con 52 puntos se sitúa en lo más bajo desde 2007, un punto menos que en el primer trimestre del año y ocho menos que hace un año. Nuestro país está muy por debajo de la media europea de 73 puntos, y aún más lejos de la media mundial, situada en 91 puntos. El 96% de los consumidores españoles consultados considera que el país está en recesión económica, 23 puntos más que la media europea del 73%. Además, el 71% de los españoles no cree que España saldrá de la recesión en los próximos doce meses, diez puntos más que el 61% de media que lo creen en Europa. Y es que Europa es la región más pesimista, seguida de Norteamérica, donde el 56% piensa que no saldrán de la crisis el próximo año; mientras en Asia-Pacífico sólo lo creen el 41%, y en Latinoamérica un 38%.
La economía y la estabilidad laboral siguen siendo las mayores preocupaciones de los españoles para los próximos meses, y aumenta ese temor respecto al primer trimestre del año. Un 45% señala la seguridad laboral como su mayor preocupación, el mismo porcentaje que cita la economía. A continuación aparece el aumento de las facturas de electricidad, gas y otros, que preocupa al 25%; la salud, con un 16%; la educación y bienestar de los hijos, con el 13%; las deudas, que preocupan al 10%; y el aumento de los precios de los productos de alimentación, citadas por otro 10%. Entre las preocupaciones menores está el aumento de los precios del petróleo (6%), el equilibrio entre la vida personal y el trabajo (5%); la estabilidad política (4%), el bienestar y felicidad de los padres (4%); el crimen y la delincuencia (4%); y el terrorismo, que solo preocupa al 1%.
La preocupación por la economía y la seguridad en el trabajo es bastante común en todo el mundo. El temor al paro es la mayor preocupación en España, Grecia, Italia, Polonia, Argentina y Colombia, entre otros países; mientras en Francia, Bélgica o Rumanía la mayor preocupación es el aumento de los precios; y en Brasil la salud. En España el 89% es pesimista sobre la evolución del mercado laboral: el 57% cree que las perspectivas laborales para los próximos doce meses son malas, y un 32% considera que son regulares; frente al 8% que las ve buenas y un 2% que las considera excelentes. Una opinión negativa que incluso es superada por Grecia, Italia, Hungría y Portugal: en el país vecino el 68% ve malas perspectivas laborales, y un 27% cree que son regulares.
La media europea no resulta tan pesimista aunque tampoco es buena: el 27% ve malas perspectivas laborales para el próximo año; un 41% las ve regulares; el 24% las considera buenas, y un 3% excelentes. La media mundial es muy diferente: un 14% ve malas perspectivas laborales y el 35% las ve regular; pero el 39% piensa que hay buenas perspectivas laborales, y un 8% considera que son excelentes. Con esta opinión, es normal que el 81% de los españoles considere que no es buen momento para comprar aquello que desea o necesita: el 49% dice que no es un buen momento, y para el 32% es directamente malo; por apenas el 16% que piensa que es un buen momento y otro 2% que opina que es excelente. Esta opinión negativa sobre las compras es mayoritaria en toda Europa: el 25% de los europeos cree que es mal momento de comprar, un 48% no lo ve bueno; el 23% piensa que sí es un buen momento; y un 2% lo considera excelente.
La influencia de la situación económica es clara en casi todos los aspectos de la vida, hasta el punto de que el 80% de los españoles dicen haber cambiado sus hábitos de compra respecto al año pasado para ahorrar en los gastos del hogar, bastante por encima de la media europea del 63%. Al 19% de los españoles participantes en el estudio no les queda dinero después de cubrir sus necesidades básicas, un punto más que hace un año. Y entre los que les queda algo de dinero, el 38% lo destina a ahorrar; el 36% al ocio fuera de casa, un 28% a vacaciones, el 26% a ropa, el 20% a cancelar deudas y préstamos, el 14% a mejoras en la casa y decoración, el 13% a nuevas tecnologías, un 4% a planes de pensiones, y el 5% lo invierte en bolsa o en fondos. Respecto al año pasado, es significativo el aumento de la intención de ahorrar (1 punto), mientras disminuye la intención de compra de casi todo lo demás, en varios casos de forma notable: ropa (-5 puntos), nuevas tecnologías (-4 puntos), ocio fuera de casa (-2 puntos), cancelar deudas y préstamos (-2 puntos), mejoras en la casa y decoración (-2 puntos), e incluso planes de pensiones (-2 puntos). Aún más drástico es el descenso de los que tenían pensado gastarse el dinero en vacaciones, que pasa del 32% en el primer trimestre de este año al 28% en el segundo.
Las acciones que toman los españoles para ahorrar son gastar menos en ocio fuera de casa (67%), en ropa nueva (61%), en telefonía (59%), en comprar alimentos de marcas más económicas (54%); utilizar el coche con menos frecuencia (50%), demorar la adquisición de tecnología más moderna (40%), disminuir las comidas por encargo (33%), fumar menos (27%), reducir las bebidas alcohólicas o comprar marcas más baratas (27%), eliminar las vacaciones anuales (34%), demorar la sustitución de los principales artículos del hogar (33%), realizar menos actividades de ocio en el hogar (20%), y buscar mejores acuerdos económicos en la hipoteca, el seguro, etc (20%).
Comparado con el pasado año, los españoles intentan ahorrar sobre todo utilizando el coche con menos frecuencia (+10 puntos) y eliminando las vacaciones anuales (+9 puntos): un tercio de los encuestados (34%) se plantean quedarse sin vacaciones. También crece la intención de ahorrar gastando menos en gas y electricidad (+4 puntos), comprando alimentos de marcas más económicas (+3 puntos), menos ropa nueva (+1 puntos), reduciendo los gastos de ocio fuera de casa (+2 puntos), y demorando la adquisición de tecnología moderna (+3 puntos). Y gran parte de los encuestados señalan que mantendrán estas medidas de ahorro cuando la situación económica mejore: el 42% intentará seguir gastando menos en telefonía, un 25% en comprar alimentos de marcas más económicas, el 23% en ocio fuera de casa, y el 21% en ropa nueva. Y comparados con la media europea, los españoles tratarán de seguir ahorrando después de la crisis consumiendo menos gas y electricidad, telefonía, fumando menos y utilizando menos el coche.
La Encuesta Global de Nielsen sobre la Confianza del Consumidor e Intenciones de Compra se realizó a más de 28.000 usuarios de Internet en 56 países de Asia Pacífico, Europa, Latinoamérica, Medio Oriente/África y Norteamérica. La muestra tiene cuotas por edad y género para cada país en base a su penetración de Internet, se pondera para representar a los usuarios de Internet y tiene un margen máximo de error de ±0.6%. Este estudio de Nielsen se basa solo en el comportamiento de losd consumidores con acceso a Internet. Las tasas de penetración de Internet varían según el país. Nielsen utiliza un estándar mínimo de reporte de 60% de penetración de Internet o 10 millones de población online para incluir en el estudio. La Encuesta Global de Nielsen se realiza desde el año 2005.