Latinoamérica ha cuadruplicado el volumen de ventas online con una Tasa Compuesta de Crecimiento Anual del 34% en el periodo 2009-14. .En España, el comercio electrónico ha casi triplicado el volumen de negocio durante los últimos cinco años, principalmente gracias al aumento del número de internautas, a la mayor proporción de los mismos que realizan compras online y al imparable crecimiento de la oferta de productos y servicios a disposición del consumidor. En 2014, se registraron 190 millones de operaciones de comercio electrónico, que supusieron un volumen de negocio de USD 21,1 mil millones (EUR 15,9 mil millones)
El comercio electrónico en América Latina ha experimentado un crecimiento exponencial durante los últimos cinco años, en los que se ha cuadruplicado el volumen de ventas realizadas por este canal, con una Tasa Compuesta de Crecimiento Anual –CARG– del 34% en el periodo 2009-14, según el último Estudio de Medios de Pago realizado por Tecnocom.
De acuerdo con los datos recabados de diversas fuentes nacionales, el e-commerce registrará un crecimiento interanual del volumen de ventas en torno al 25% en la región, donde Brasil concentra la mayor parte del valor de las ventas registradas. En 2014, el país ingresó USD 15.200 millones en ventas de comercio electrónico al por menor (según datos de la Cámara Brasileña de Comercio Electrónico), un 13% más que el año anterior.
Le sigue México a una distancia cada año más estrecha y con unas ventas totales en 2014 de USD 12.200 millones según la AMIPCI, anotando un crecimiento interanual del 32%. En tercer lugar se sitúa por primera vez, y superando a Colombia, Chile, donde el comercio electrónico facturó cerca de USD 4.300 millones, cifra que más que duplica la registrada el año anterior. Colombia contabilizó USD 3.500 millones y Perú USD 1.250 millones, un 16% y un 25% superior al año anterior, respectivamente.
En España, el comercio electrónico ha casi triplicado el volumen de negocio durante los últimos cinco años, principalmente gracias al aumento del número de internautas, a la mayor proporción de los mismos que realizan compras online y al imparable crecimiento de la oferta de productos y servicios a disposición del consumidor.
Las cifras publicadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia relativas al ejercicio 2014, que contabilizan las compras realizadas por Internet mediante tarjeta de crédito o débito, avalan este comportamiento: se registraron 190 millones de operaciones de comercio electrónico, que supusieron un volumen de negocio de USD 21,1 mil millones (EUR 15,9 mil millones), un 25,9% más que en 2013, año en el que también registró un crecimiento similar, del 24,7% sobre 2012, según la
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (2015): El comercio electrónico en España a través de entidades de medios de pago – Año 2014.
Sectores
Por sectores, las agencias de viajes y el transporte aéreo mantienen el liderazgo de facturación en 2014, sumando un 24,9% de la facturación total. Estos, junto con transporte terrestre (4,2%) y hoteles y alojamientos (1,2%), sitúan al sector turístico como líder indiscutible del comercio online en España por ingresos (30,3%). Por su parte, el marketing directo, con un 5,4%, y las prendas de vestir (4,9%) se situaron en la tercera y cuarta posición. Atendiendo al volumen de operaciones, el primer puesto del ranking lo ocuparon los discos, libros, periódicos y papelería con un 8,3% del total de transacciones (cerca de veinte millones de compras), seguido del marketing directo (5,4%) y descargas de aplicaciones y contenidos y otros servicios de gestión (4,8%).
En el detalle de las transacciones por origen y destino se puede apreciar el predominio de las transacciones desde España con el exterior (41,8%), asociado a la importación de bienes y servicios adquiridos online. Muy cerca están las transacciones operadas internamente (41,6%) y a una distancia considerable se sitúan las transacciones registradas desde el exterior con España (16,5%). Este último dato indica que el comercio electrónico transfronterizo, desde la perspectiva de las empresas exportadoras, es una asignatura pendiente en nuestro país, algo que también ocurre en el resto de la Unión Europea.