Se trata de la primera vez que El Corte Inglés ofrece una hora antes del inicio oficial de las Rebajas su centro de Preciados para que cuatro personas puedan disfrutar antes que nadie de las ofertas de los grandes almacenes, tras un concurso en Facebook. El Corte Inglés ha premiado a dos de sus fans para que, junto con un acompañante, puedan entrar una hora antes del inicio oficial de las Rebajas, con una tarjeta regalo de 500 € para cada uno. Con esta iniciativa, desde el 28 de diciembre hasta el 3 de enero, a las 3 de la tarde, todos los fans de El Corte Inglés en Facebook, más de 300.000, han podido participar dejando una anécdota divertida de las Rebajas y eligiendo un acompañante. De las más de 20.000 personas que han entrado en la aplicación del perfil de El Corte Inglés en la red social, más de 10.000 han dejado una anécdota divertida de las que se ha seleccionado las dos más divertidas. Los ganadores, que este sábado elegieron sus compras antes de la apertura de El Corte Inglés de Preciados en Madrid , fueron las mellizas Lucia y Elena y Mª Teresa y Ángel con sus respectivas anécdotas:
«Nos pasó a mi hermana gemela y a mi hace un par de años. Yo me había encariñado con un precioso abrigo de Henry Arroway y como lo quería con todas mis ganas, fui el primer día de rebajas a por él (para que hubiera mi talla) y me lo compré. Aunque no tenía mucho descuento se quedaba bien de precio y como tenía tantísimas ganas de tenerlo pues me lo compro. Lo curioso es que, ese mismo día en Valencia, y a primera hora como yo, mi hermana gemela fue a El Corte Inglés y compra también el abrigo. Imaginaros mi cara de sorpresa cuando a los 3 o 4 días apareció en casa con el abrigo y vio que yo me lo había comprado también. Resultado: las dos tenemos el mismo abrigo y vamos de gemelas. Al mirar el ticket de compra, nos dimos cuenta que casi lo habíamos comprado a la vez! Por algo dicen que los gemelos estamos conectados. Feliz Año!»
«Hace bastantes años fui con mi abuela a las rebajas. Fuimos a primera hora y al abrir las puertas la gente empezó a empujar y nos separamos. Después de unos minutos de búsqueda me encuentro a mi abuela sin dientes. Y le digo: ¿pero qué te ha pasado? Y me dice:»pues hija entre los empujones y un estornudo que he tenido me ha salido disparada la dentadura». Pasados los primeros momentos y con la ayuda de algunos empleados dimos con ella. Había ido a parar bajo un mostrador, y por fin mi abuela pudo recuperar la sonrisa.»
