Un plan condicionado, por el necesario visto bueno de los accionistas de las embotelladoras y posteriormente de la Comisión Nacional de la Competencia. Como señala la misma web de Coca Cola, «Hay siete embotelladores de Coca-Cola en España que comercializan, distribuyen y venden las bebidas bajo las marcas de The Coca-Cola Company por todo el país. Son empresas de capital 100% español, las cuales se comprometen a cumplir los estrictos niveles de calidad con la Compañía Coca-Cola. Hoy operan la mitad y en diciembre de 2013 la multinacional sólo trabajará con Cobega Embotellador». Los Daurella absorben en Cobega a 170.000 clientes y emplearán a 2.000 personas. En una segunda fase de la concentración, para mediados del próximo año, se integrarán los tres envasadores independientes restantes, con menos de 25.000 clientes cada uno. La siguiente tanda de concentraciones la integrará Víctor Rufart, mano derecha de Daurella, como nuevo director general del grupo embotellador resultante, en Madrid.
El primer paso se dará el 26 de noviembre, una vez Cobega apruebe la segregación del negocio embotellador en la nueva filial con sede en Madrid y la creación de otra sociedad para controlar el resto de intereses de la familia en el ámbito de la distribución, señala Economía Digital. Esta instrumental de nueva cuña mantendrá, por ahora, la sede social en Catalunya. Cobega Invest creada por los Daurella y sus socios en Cobega quedará para administrar la participación en el distribuidor único español, así como en sus filiales para Irlanda, Portugal y Norte de África.
Se trata de una simplificación en la distribución que Coca-Cola ya ha iniciado en Estados Unidos (EEUU), Alemania, Norte de Europa y Panamá, entre otros mercados, a veces de forma directa como en los EEUU, aunque en el resto se ha hecho a través de empresas franquiciadas. Todas las plantas continuarán funcionando aunque actuarán coordinadamente en una estructura optimizada y simplificada. El centro de decisión se proyecta en Madrid, donde estará la sede social, aunque Coca-Cola se garantiza la cercanía con sus grupos de interés a través de los accionistas del futuro envasador.
El diseño del embotellador único de Coca-Cola en España, dominado por la familia Daurella, contempla el mantenimiento de los puestos de trabajo así como la absorción del negocio en Portugal. El grupo tomará la actividad distribuidora de los actuales envasadores –siete en España y uno en Portugal— y contará con los prácticamente 2.000 profesionales que emplean los socios locales por separado. No se prevén despidos.
El deseo de tener un embotellador único se ha plasmado desde Atlanta en la autocompra de sociedades embotelladores en Norteamérica y se extiende por el mundo. Sin embargo los socios embotelladores valencianos como los Gómez-Trenor, y los empresarios catalanes habían manifestado recelos sobre el entorno jurídico de una posible nueva Catalunya, por lo que la sede del Grupo mudará a Madrid, a la sede de Casbega para evitar posibles boicots comerciales, a petición de los cuadros de mando de la marca de Atlanta que buscan la neutralidad en este asunto.
Un negocio ibérico de España y Portugal que se gestiona desde Madrid bajo la presidencia de Marcos de Quinto, directivo destacado de la red Mundial de The Coca Cola Company. Así la mayoría de Coca Cola Portugal opera desde Madrid. Cobega acomodará en su capital al resto de franquiciados, con la mayoría para la familia de Sol Daurella para lo que se cederán activos a cambio de acciones en la nueva compañía.
