Los españoles se gastaron 71.000 millones el año pasado en cubrir sus necesidades de alimentación, cuidado del hogar y personal. Los precios crecieron un 0,7% empujados por la subida del aceite de oliva
La recuperación de la cesta de la compra fue más que evidente en 2015, cuando el gran consumo marcó su mejor resultado en siete años tras crecer un 1,7%, según el informe “Nielsen 360”, elaborado por la consultora Nielsen con el objetivo de ofrecer una completa radiografía del perfil del consumidor y la distribución en España.
Este crecimiento se produce incluso en un escenario sin deflación, al contrario de lo que ocurrió en 2014, en tanto los precios crecieron un 0,7%, subida de la que es gran parte responsable el aceite de oliva. De hecho, si se excluye este producto, la inflación de la cesta de la compra hubiera sido del 0,3%.
Por su parte, el volumen de kilos y litros adquiridos por los españoles para llevar a sus neveras y despensas fue un 1% más que el año anterior. Son, por tanto, cestas de la compra más llenas con precios estables que proporcionaron un crecimiento al sector que durante la crisis solo registró una evolución parecida en 2011, del orden del 1,5%.
En ello ha tenido mucho que ver la mejora de confianza de los españoles, que, según los datos de Nielsen, creció nueve puntos en 2015 con respecto al año anterior. Esta mayor confianza se debe a cierta recuperación del empleo por un lado, con 700.000 desempleados menos que un año atrás, y por otro lado a las mejoras de renta, con cifras como el Euribor en negativo y el carburante más barato en torno al euro el litro, que proporcionan unos euros más a los bolsillos de los consumidores.
Un año más, los productos frescos mantienen su protagonismo estelar en la cesta de la compra de los españoles. De hecho, crecieron el año pasado un 3,3%, a mejor ritmo que las categorías de envasado que mejoraron sus ventas un 2,4%.
No obstante, según qué categorías el comportamiento fue desigual. Así, frutas y verduras son las que están en mejor forma con incrementos del 9,8% y 8,1%, respectivamente. En cambio, la carne, que es el principal producto perecedero de la cesta de frescos, descendió en ventas un 0,3%.
A su vez, dentro de la alimentación envasada, los productos frescos fueron también los que mejor se comportaron, con un crecimiento del 3,1%. Este dato es ligeramente superior al global de la alimentación envasada (2,7%). En cuanto al resto de categorías de la cesta de la compra, todas crecieron. En concreto, las bebidas incrementaron sus ventas un 2,1%, la droguería un 1,7% y la perfumería un 0,3%, aunque esta última afectada por una bajada de precios, por lo que su evolución fue más plana.
Hostelería también se recupera
Uno de los hábitos de ahorro más extendidos entre los españoles durante la crisis fue recortar los gastos de consumo fuera del hogar, aunque son muchos los que afirman que cuando la situación económica mejore, volverán a salir y a gastarse más.
Precisamente, la mejora del clima de confianza, al mismo tiempo que las cifras récord de turismo y una climatología muy favorable, propiciaron que el consumo de bebidas en hostelería en los meses de verano (de junio a septiembre) creciera de media un 5,5%. Más notable aún es lo ocurrido en diciembre, cuando se consumió un 10,3% más de bebidas gracias a temperaturas más templadas de lo habitual.
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “todas las secciones del supermercado crecieron el año pasado gracias a un entorno más optimista de consumo, por lo que el mercado muestra síntomas de recuperación sólidos. Sin embargo, hay algunas sombras en el horizonte como la caída de la población en España, que se reducirá previsiblemente en un millón de personas en los próximos quince años, y ciertas incertidumbres políticas y económicas, aunque la cesta de la compra es menos permeable a estos vaivenes que otros sectores como la automoción. Uno no deja de comer por la incertidumbre del país, pero sí posponer ciertos gastos como comprar un coche, renovar un electrodoméstico, etc.”.