El uso frecuente de pantallas electrónicas (televisión, ordenador, móvil, tablet, consola, etc.) puede ocasionar o agravar el ojo seco y otras patologías oculares, según los expertos del congreso de la Sociedad Española de Oftalmología. «Las personas más expuestas al riesgo de sufrir sequedad ocular son quienes toman la píldora anticonceptiva, los que sufren blefaritis (párpados hinchados) y los pacientes que se tratan con medicamentos antidepresivos o para la tiroides», explica la doctora Teresa Dapena, presidenta de la Sociedad Española de Ergoofalmología. «Si estas personas utilizan pantallas electrónicas durante mucho tiempo, el ojo se reseca y produce irritación. Así, es frecuente encontrar a mujeres que toman la píldora y que no soportan las lentes de contacto tras muchas horas frente al ordenador, sin apenas parpadear».
El 30 % de las consultas oftalmológicas están relacionadas con el ojo seco. Algunas patologías pueden provocarlo, como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso y otros trastornos similares, aunque factores externos, como el uso continuado de pantallas electrónicas pueden agravarlo. Un estudio japonés publicado en el número de septiembre de PloS One revela que «los hallazgos sugieren que la excesiva acumulación de secreciones vesicales en el epitelio acinar podría contribuir a la reducida secreción de lágrimas en los usuarios de terminales electrónicos.»
Beber suficiente líquido es una de las primeras medidas a tomar. Según un estudio británico publicado este mes en la revista Investigative Ophthalmology and Visual Sciences los pacientes con ojo seco suelen estar peor hidratados. «Estos resultados indican que la hidratación de todo el cuerpo tiene una consideración importante en el ojo seco», concluye la doctora. El líquido lagrimal nutre la córnea y la protege con sustancias antibacterianas, como la lisozima. El ser humano parpadea de 8 a 12 veces por minuto para distribuir el líquido lagrimal por la superficie ocular de forma continua. Cuando hay una escasa producción de lágrimas la córnea se seca y se produce malestar y alteraciones de la calidad de la visión. Los síntomas más frecuentes son sensación de cuerpo extraño, arenilla, escozor, fotofobia y visión borrosa, y son más habituales por las mañanas, destaca el doctor Juan Murube del Castillo, presidente de la Fundación Rizal de Investigación Oftalmológica. El tratamiento más habitual es el empleo de lágrimas artificiales, aunque en el algunos casos es necesaria la cirugía.
En los niños, una de las consecuencias del uso frecuente de pantallas es la insuficiencia de convergencia o dificultad para fusionar la visión de los dos ojos, subraya la doctora Dapena. «Se trata de un trastorno que está aumentando en los últimos años debido a las distintas distancias de visión con las que utiliza las pantallas, fijas y móviles, y que requieren un esfuerzo visual constante».
Uno de los síntomas más frecuentes de este trastorno es la aparición de dolores de cabeza, que aumentan por las tardes, y falta de concentración. «Si no se corrige a tiempo los síntomas empeoran y persisten de adulto», advierte.