Se trata de datos aportados por Gt Motive, empresa de herramientas de valoración de siniestros, averías y mantenimientos, una de las afectadas por este uso fraudulento alerta sobre sus efectos. Desgraciadamente España se ha convertido en un país de referencia cuando el término piratería sale a la palestra. En el mundo del motor, ocupamos las plazas top del ranking: somos el segundo país del mundo y el primero de Europa en el uso de productos pirateados.
La empresa de posventa de automóvil GT MOTIVE organizó durante la celebración de Expomóvil Comercial un coloquio que trató, entre otras cuestiones, el avance de la piratería y las posibles soluciones al problema. Carlos Sánchez, director de Márketing del portal Da-Web y de Miac y José Luis Turégano, vicepresidente de Afiba, explicaron a los asistentes la existencia de la Comisión Antipiratería Para el Automóvil (CAPA) creada en julio de 2011, liderada por Afiba y Ancera, formada por 15 miembros y abierta a otros colectivos como las asociaciones de talleres y las marcas de automóviles.
Hasta ahora, la labor de CAPA se había centrado en dar avisos y perseguir de forma activa el uso de software ilegal en los negocios de reparación. Sin embargo a partir de ahora también se denunciará a todos aquellos que vendan productos ilegales. Uno de los grandes perjudicados con estas actividades fraudulentas es la propia GT MOTIVE que ve como su herramienta de valoración de siniestros, averías y mantenimientos, es también pirateada. Gt Estimate que se encuentra en más de 11.000 talleres y que se vende a un precio oficial medio de unos 700 €, presenta copias piratas de apenas 200 €, que incluyen formación y soporte técnico.
Este tipo de actividades generan que los presupuestos e información ofrecidos a los conductores sean muy diferentes de un taller a otro provocando la desconfianza en el cliente. Este es uno de los motivos que ha llevado a Gt Motive a lanzar un decálogo de derechos del consumidor cuando visita un taller junto a CETRAA, Confederación de talleres que representa a más 30.000 talleres de toda España. Algunos puntos de este decálogo recogen:
1. En la fachada del taller debe de estar expuesta la placa-distintivo del tipo de actividad que se realiza.
2. Los precios deben estar expuestos al público de forma visible. Y estos deben ser precios completos incluido el presupuesto.
3. Derecho a pedir presupuesto escrito de las reparaciones o servicios solicitados, que debe ser firmado por Ud. tanto su aceptación como su renuncia.
4. Derecho a un resguardo de depósito cuando deje el coche en el taller.
5. Derecho a la instalación de piezas de repuesto nuevas. Las piezas usadas, reacondicionadas o reconstruidas sólo podrán ser utilizadas previa conformidad por escrito del cliente.
6. Derecho a la factura acreditativa de la reparación firmada y sellada con el precio final y desglosada por conceptos, operaciones realizadas, piezas utilizadas, horas de trabajo e impuestos.
7. En la factura debe constar explícitamente la duración de la garantía.
La labor de CAPA comenzó a dar sus frutos presionando a empresas como Google o Ebay para que no sirvieran de escaparate a copias y falsificaciones de software para los talleres de reparación. Desde la Comisión se han tramitado también denuncias ante la Guardia Civil tras identificar el uso de bases de datos con información técnica sin licencia en algunos talleres. En dichos casos, los agentes han llegado a presentarse en las instalaciones del negocio de reparación y han decomisado el material “pirata”. De igual modo, se han enviado requerimientos legales a “vendedores” de software para la autodiagnosis del vehículo “que funcionan con un móvil y una razón social siempre cambiante, para que no ser identificados fácilmente, y que tienen el desparpajo de decir incluso a los talleres que el servicio posventa de las máquinas que venden a precios fuera de mercado lo da la filial española de la marca que ellos copian”.
Para Miguel Sánchez, responsable de marketing Global de Gt Motive: “Esta es una práctica que afecta a toda Europa, que descapitaliza la riqueza en la innovación de numerosas compañías y que encima proporciona una falta de confianza en un sector, no muy sobrado de ella. Creo que la falta de unión y diligencia en las acciones que se llevan a cabo contra este tipo de prácticas, hace que las personas que lo practican campen a sus anchas. Los nuevos medios digitales dan cobijo a este tipo de prácticas, ya que la recopilación de toda la información del expediente del fraude se vuelve complicada.”