El estudio -que este año gira su enfoque para analizar la influencia del entorno internacional en el comportamiento del turista de compras- muestra cómo nuestro país reduce la distancia con sus principales competidores dentro del circuito del turismo de compras, si bien todavía le queda camino por recorrer, teniendo en cuenta que aunque concentra ya el 8% de los ingresos a nivel internacional (tres puntos más que el año pasado), está aún lejos del 23% de Francia o el 14% de Alemania.
En este sentido, factores como la mejora de las conectividad aérea con Asia –con la puesta en marcha de líneas directas con Japón o con dos de las ciudades más importantes del Sudeste Asiático, como son Shangai y Hong-Kong, entre otras- le han permitido capitalizar la llegada de turistas inyectivos que al tener en las compras su principal actividad turística se convierten en generadores de riqueza y de empleo.
Según el director general de Global Blue España, Luis Llorca, “estos visitantes de valor estaban antes mucho mejor conectados con ciudades como Munich, Londres o París, lo que nos dejaba en clara desventaja ante un turista que está muy lejos del concepto low cost. Ahora hemos ganado posiciones”.
Otro de los motivos que explica este crecimiento es que, aunque la evolución del turismo de compras en nuestro país está en línea con la tendencia mundial, que remontó posiciones a partir del tercer trimestre del año pasado, lo cierto es que esta recuperación llegó a España antes que a los países de nuestro entorno.
Además, el pasado año todas las nacionalidades dejaron en España más dinero en compras que en el resto de países europeos, siendo especialmente llamativo el caso de argentinos y colombianos que incrementaron su gasto en un 42% y un 47%,respectivamente. Los acuerdos de paz reforzaron la confianza económica en Colombia, mientras que el tipo de cambio del euro frente al peso aumentó la capacidad de compra de los porteños.
Gráfico 1. ¿Cómo fue el gasto europeo en shopping?
Fuente: Global Blue. Comparativa de años 2016/2015
Así, España contrasta con la media de Europa que cerró 2016 con una caída del 8% en los ingresos por compras de visitantes de fuera de la UE. En este sentido, el informe revela cómo los acusados descensos de dos potencias de compras como son Francia y Alemania pasaron factura al conjunto europeo. Concretamente, la incertidumbre que generaron los ataques vividos en París o Munich contribuyeron a reducir sus visitantes y por tanto, sus ingresos por shopping en un 18% y un 19%, respectivamente.
El impacto del Brexit
Dentro del mapa europeo del shopping, el informe de Global Blue destaca junto a España otra excepción, y ésa es Reino Unido, aunque por motivos bien distintos. De esta forma, los ingresos por compras de turistas de fuera de Europa se dispararon un 14% en el país británico debido a la devaluación de la libra por el efecto del Brexit que aumentó el atractivo de Londres como destino de shopping. Y es que el turismo de compras es un turismo de ciudades y no de países. China, Rusia y Argentina son los países que más dinero se gastan en España, así como los países del Golfo Pérsico.
En este sentido, si bien habrá que esperar a ver el impacto de los dos acontecimientos ocurridos hace escasos días como son el atentado frente al Parlamento y la activación oficial de su salida de la Unión Europea, lo cierto es que en la actualidad por cada euro que estos viajeros se dejan en Madrid, gastan cuatro en Londres.
La subida del Brent
Otro de los factores clave es la subida del precio del petróleo, que vuelve a destacar sobre el mapa del shopping a los visitantes de nacionalidad rusa tras un periodo de atonía. De esta forma, el incremento de la cotización del Brent y su impacto sobre el valor del rublo aumentaron en un 25% su poder adquisitivo.
Esta mayor capacidad de compra explica que sean, junto con los turistas de nacionalidad china, los visitantes más rentables para el comercio español. De hecho, entre las dos nacionalidades concentran el 41% de los ingresos del sector del retail por turismo de shopping, de los cuales una tercera parte corresponde a los asiáticos.
Según Llorca, “aunque hemos mejorado los resultados, todavía nos falta velocidad, debemos construir un modelo largoplacista y mucho más sostenible que no se base en la estacionalidad y que dé mayor importancia a cuánto gasta cada viajero, en lugar de centrarnos únicamente en los millones de turistas que nos visitan”.
El ‘efecto Trump’
Por otro lado, el informe señala cómo las políticas proteccionistas de Donald Trump, con las que Estados Unidos puede verse como un destino poco amigable, podrían tener un efecto positivo en España en el medio-largo plazo. De esta forma, los mexicanos parecen tener muchas posibilidades de consolidarse como globe shopper en nuestro país, teniendo en cuenta además que por su perfil económico –clase alta o muy alta- y por su gasto –un ticket medio casi un 20% superior a la media- son de los más rentables.
Con el foco en el turista chino
Todos estos factores que dibujan un nuevo escenario no implican que España deba dejar de poner el foco en el turista de nacionalidad china, que gasta del orden de 1.000 euros cada vez que entra en una tienda. Además, en los próximos diez años su clase media se multiplicará por tres, lo que significa mayor volumen de viajeros, pero con un perfil más joven y digital, a los que será preciso atraer.
Actualmente, aunque los chinos siguen siendo la nacionalidad que más dinero deja a las tiendas españolas, su gasto se contrajo un discreto 6% -frente al desplome del 18% en el conjunto de Europa, tres veces más- motivado por la nueva fiscalidad del gigante asiático, que grava la mercancía del exterior para impulsar el consumo interno. Los comercios que más lo notaron fueron las joyerías y relojerías, que redujeron sus ingresos en un 26%, pues casi la mitad de sus clientes extracomunitarios son chinos.
Global Blue es el primer operador internacional de Tax Free con más de 35 millones de devoluciones de IVA al año.