El Ministerio de Hacienda ha descartado, por el momento, privatizar Loterías y Apuestas del Estado, ante su devaluación por la caída de la recaudación en un 10% y el nuevo impuesto del 20% a los premios, revela El Confidencial. Casi dos años después de la operación de salida a Bolsa abortada repentinamente por el Gobierno de Zapatero, y a pesar del impulso del Ejecutivo de Rajoy para vender empresas como Aena o Paradores, la privatización de Loterías no entra en los planes del actual Gobierno, mientras hace dos semanas se anunciaba la marcha del Presidente, José Miguel Martínez, Presidente del organismo, dimitía el pasado 5 de agosto, ante el Consejo de Administración y la Junta General de Accionistas según indicaba un comunicado de LAE.
El comunicado de Loterías y Apuestas del Estado indicaba que Martínez, Presidente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE renunciaba por «motivos de salud». Renuncia aceptada por la Junta General, según la sociedad estatal. Martínez fue designado por el consejo de administración de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) el 30 de enero del año pasado para sustituir a Aurelio Martínez Estévez, quien accedió a la presidencia de la SELAE en marzo de 2011. Uno de los principales objetivos del mandato de Martínez fue la privatización de hasta un 30% de Loterías y Apuestas del Estado, algo que su predecesor, Aurelio Martínez, no pudo cumplir.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero planteó en 2011 una Oferta Pública de Venta (OPV) para sacar a Bolsa el 30% del capital de Loterías y Apuestas del Estado y recaudar así 7.000 millones de euros, con la oposición frontal del Partido Popular, que acusaba al Ejecutivo socialista de “malvender” esta empresa pública, perdiendo además unos recursos recurrentes para el Estado y muy necesarios para reducir el déficit. A pesar de ello, el Consejo de Ministros llegó a autorizar la venta en septiembre de 2011, pero a los pocos días la suspendió, argumentando que no se daban las condiciones adecuadas en los mercados para garantizar unos ingresos que reflejaran el valor de Loterías.
Pese a que el primer Gobierno de Mariano Rajoy, de enero de 2012, comentó que iba a relanzar la privatización de empresas públicas, el Ministro Montoro descartó incluir en ese plan de ventas a Loterías y Apuestas del Estado. Por ahora, el Gobierno descarta absolutamente, por el momento, privatizar la empresa gestora de la Primitiva, la Bonoloto, la Quiniela o la Lotería Nacional. Detrás queda un descenso de ventas en 2013 en que la facturación del sorteo del Niño fue un 12% menor que en 2012, mientras que las cifras de recaudación de la Primitiva, el Euromillón o la Quiniela caían un 9,86% durante enero, febrero y marzo. Una devaluación que hace menos atractiva la operación para los inversores privados e institucionales, de cara a una eventual privatización de la entidad.
