El diseñador ha reinterpretado la etiqueta de la edición especial 2013 de la botella de Fino Quinta, personalizándolo en los ojos del alma española. Arte efímero embotellado: el vino fino tiene una caducidad que lo hace exclusivo, siendo la primavera el momento óptimo para su consumo. Impactante pero sosegada. Así es la mirada que observa desde la edición 2013 de Fino Quinta, en la que Juan Duyos plasma el alma española como los ojos de una mujer. El diseñador ha sido el encargado de vestir la icónica botella (disponible desde abril) que este año da protagonismo a otro símbolo muy español, el clavel rojo.
La mirada intensa de Fino Quinta by Duyos refleja la propia intensidad del contenido de la botella: el vino fino, un producto exclusivo por un periodo limitado para su disfrute que lo hace aún más especial ya que encuentra su esplendor durante la primavera y cada año caduca. Por ello, su imagen se renueva anualmente, recordando el ciclo de vida de esta bebida, que, como las prendas que recorren la pasarela, es una creación artesanal fruto del mimo más exquisito. Y así se ha reconocido, pues Fino Quinta ha sido galardonado con el «prestigioso» premio Bacchus de Oro en el X Concurso Internacional de Vino Bacchus en 2012.
En la edición de 2013, la delicada sensibilidad del diseñador madrileño revisita la que es la esencia embotellada del lujo ibérico contenido, sin estridencias. De este modo, Juan Duyos da continuidad a su última colección, ‘Reserva’, donde explora y destaca la autenticidad y profundidad de nuestras raíces, la mujer española, y el clasicismo patrio desde una aproximación sutil. La inspiración es España, su idea del país y la cultura, los mitos y referencias estéticas desde la visión de uno de los creadores más destacados del panorama nacional, elegido este año precisamente para reinterpretar la imagen de un producto de identidad 100% española.
A esta edición especial de Juan Duyos, le han precedido una innumerable lista de colaboraciones con personalidades de muy diversas categorías del arte y que han encontrando un punto en común en Osborne, la empresa que representa uno de los grandes iconos nacionales. Salvador Dalí mostró la Botella Conde de Osborne a través de su personalísima visión. Uno de nuestros artistas más universales dio vida a una botella de porcelana blanca, auténtica obra escultórica, que refleja el espíritu, la clase y la elegancia de uno de los grandes nombres en la historia de los brandies de Jerez: Osborne. Por otro lado, la riqueza del Toro de Osborne viene dada por la multitud de mentes creativas de todo tipo que han ha sido vistiendo el que es seguramente símbolo español más internacional. Desde Javier Mariscal, Antonio Banderas o el graffiti artístico de Keith Haring.