Nace el Cobrapuestas de Codere: el primer servicio de cobro de apuestas de boquilla. O lo que es lo mismo, una especie de cobrador de morosos pero sin frac, que se encarga de cobrar las apuestas que has hecho con tus amigos o familiares y nunca se pagaron. Codere, empresa multinacional de apuestas deportivas, tras años de desarrollo de su negocio y la mejora de sus productos, ha decidido lanzar su marca al gran público con una campaña notoria, que lo sitúe en el top of mind del público objetivo como casa de apuestas en la que es muy sencillo cobrar las apuestas ganadas.
Iñaki Bendito, director creativo de la agencia, explica cómo nació la campaña para Codere: “Basándonos en el beneficio diferencial de la marca, la facilidad para cobrar las apuestas ganadas, decidimos posicionarnos mediante el humor para conectar con nuestro público. Nuestro objetivo era crear una marca cercana al presentar una situación con la que fácilmente nos identificamos y convertir a Codere en un aliado, un ‘justiciero’ que cobra las apuestas de boquilla”.
La agencia creativa ha creado tres personajes, que encarnan las apuestas de boquilla más comunes: “los diez pavos”, “me apuesto una cena” y para los más drásticos “me juego un riñón”. Estos personajes serán los encargados de avisar al amigo de que tiene una deuda pendiente y que si no paga, igual recibe una visita inesperada. Sí, en Kitchen son muy fans de Vito Corleone y sus secuaces. La campaña, que se lanzó el pasado 6 de abril, será digital y contará con un microsite desarrollado adhoc para la acción, que albergará el spot y las piezas creativas. Además se movilizará con una estrategia en medios sociales y con publicidad display y retargeting. También contará con publicidad gráfica en los locales de la firma de apuestas en nuestro país.
El equipo creativo de Kitchen, que se ha puesto el traje de cobrador de apuestas, está formado por Iñaki Bendito, Rafa Gil, Zoe Barceló, Belén Lobeto y Laura Pomatta. En el equipo de cuentas se encuentra Leonor Mallorquí, Jaime Outerelo e Inma Ortega y como producer Javier Calvo. Por parte del cliente Ángel Fernández y Domingo Legua.