La Asociación de Empresas de Comunicación Publicitaria de la Comunitat Valenciana manifiesta su nuestro malestar y nuestra oposición al planteamiento que nuevamente recoge el Concurso Público de Difusión Publicitaria y Promoción de la Generalitat Valenciana, publicado recientemente por la Consellería de Presidencia. El malestar se ha transmitido por carta enviada a dicha entidad, y dirigida a nombre de José Ciscar, Conseller de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua. La carta manifiesta el malestar ante l hecho de que sea «un concurso en el que el único criterio de adjudicación es el precio»:
«Desde la Asociación de Empresas de Comunicación Publicitaria de la Comunitat Valenciana manifestamos nuestro malestar y nuestra oposición al planteamiento que nuevamente recoge el Concurso Público de Difusión Publicitaria y Promoción de la Generalitat Valenciana. El citado concurso responde a unos criterios de valoración y adjudicación, que a nuestro juicio, no atiende adecuadamente a los criterios de ecuanimidad y objetividad que deben regir en los procedimientos concursales de carácter público, y por tanto, solicitamos a la administración pública valenciana la anulación del procedimiento, su revisión y la realización de una nueva convocatoria.
Es muy discutible que la fórmula recogida en los criterios de validación, sea capaz de equiparar las condiciones de las propuestas de las empresas concurrentes, dado el amplísimo abanico de opciones que quedan recogidas en cada uno de los ítems que se enumeran en el citado cuadro de criterios de validación, y nos llama especialmente la atención, que se trata de un concurso en el que el único criterio de adjudicación es el precio, y por tanto no hay opción de valorar los contenidos que se recogen en las propuestas económicas de descuento que se solicitan.
El pliego de condiciones técnicas pasa por alto cualquier tipo de factor cualitativo y de valor que las propuestas que concurran puedan aportar, más allá de “exprimir” al soporte publicitario, sin importar el tipo, ni la calidad del espacio que se contrata. Siendo así, es muy difícil que la campaña publicitaria salida de ese concurso atienda, ni siquiera mínimamente, a factores de eficacia y de optimización de la inversión.