OCU anuncia que la nota de prensa del Ministerio de Agricultura, falta a la verdad, como ya lo ha hizo cuando afirmaba que en España no había presencia de carne de caballo en las hamburguesas. Para OCU «es cierto que OCU se ha reunido con el Ministerio al más alto nivel pero no es verdad que pidiera una regulación en estos términos. Regulación que no
existe en ningún país del entorno europeo porque en ellos sí se respeta a los consumidores».
OCU considera que si algún fabricante, marca o producto siente que su honor o nombre se ha dañado por un estudio comparativo, tendrá a su disposición los tribunales de justicia para pedir una reparación. Esta norma quiere dotar de muchos más privilegios a la industria alimentaria, de hecho ha sido promovida por ella, mientras que menoscaba el derecho a la información a los consumidores. OCU entiende que el Gobierno, con esta norma, ataca a uno de los derechos fundamentales que consagra la Constitución: la libertad de expresión.
«Esta regulación sería aberrante en un país democrático que confía en los tribunales de justicia; en España va a ser posible si el Gobierno no recupera la cordura. Con esta regulación el Gobierno pretende que no se publique información sin que el fabricante o distribuidor del producto analizado bendiga lo que se dice de él. Esto es tan ridículo como si se obligara a un periodista a que, antes de opinar sobre alguien, le someta el texto a la persona en cuestión y éste pudiera vetar su publicación. OCU entiende que a esto se le llama censura.
Para finalizar, OCU advierte que no va a quedar impasible y que va a activar todos sus mecanismos: técnicos y jurídicos tanto en el ámbito nacional como en el internacional para evitar que tal ataque a los derechos de expresión e información se consumen.