La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lamenta que representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de Rosa Aguilar, hayan criticado el estudio de la OCU sobre la calidad de la leche sin contrastar mínimamente la información ofrecida por OCU. «Es lamentable que el Ministerio, cuya Secretaría de Estado de Medio Rural y Agua conoce los datos del estudio desde ayer, emita un comunicado posicionándose junto al sector lácteo e insinuando que la OCU ha puesto en duda la profesionalidad de todo el sector o incluso que esté en riesgo la seguridad alimentaria de los consumidores». Ante ello, OCU manifiesta que:
1) En ningún momento la OCU ha puesto en duda que la leche que consumimos suponga riesgo alguno para la seguridad alimentaria de los consumidores. El estudio tan solo critica la mala calidad de determinadas marcas.
2) Tanto este estudio como el resto de análisis y pruebas que realiza la OCU, desde hace más de 35 años, se ha llevado a cabo con todo el rigor científico. En este caso, los métodos analíticos empleados en el laboratorio son los oficiales descritos en la normativa específica (cuando existe), aquellos acordados por la Federación Internacional de Lechería (FIL) o la normativa ISO específica.
3) El laboratorio al que se ha recurrido para este análisis de la leche cuenta con la certificación de los requisitos que establece la norma ISO 9001:2008 con respecto a los análisis físico-químicos y microbiológicos de leche y productos lácteos.
4) Todas las empresas analizadas conocían los resultados desde el 30 de marzo de este año. Es práctica habitual de la OCU enviar los resultados de laboratorio, antes de publicarlos, a todos las empresas analizadas. De las 47 marcas analizadas, la OCU recibió respuesta de 26 fabricantes.
5) El Ministerio que dirige Rosa Aguilar conocía los resultados desde ayer y no puede alegar desconocimiento. La Secretaría de Estado de Medio Rural y Agua tiene sobre la mesa una carta de la OCU (sellada en el registro de entrada del Ministerio) en la que se le comunican igualmente todos los resultados así como una serie de peticiones para mejorar la calidad en unos casos concretos.
6) Por lo tanto es lamentable que el Ministerio critique la metodología del estudio de la OCU sin ni tan siquiera conocerla y sin haberse puesto en contacto con la propia Organización para interesarse por los detalles del estudio. Esta reacción no hace más que confirmar la actitud complaciente que este Ministerio (antes de Agricultura) ha tenido tradicionalmente con la industria alimentaria, y la poca sensibilidad por los asuntos que afectan directamente al consumidor.
7) Que es curioso que el sector lácteo, FENIL, trate de “matar al mensajero”, criticando el estudio de la OCU, en lugar de preocuparse por localizar áreas de mejora y realizar autocrítica entre las diferentes empresas que componen este importante sector de la industria alimentaria. Finalmente y respecto de las quejas expresadas por el sector ganadero, procedentes de UPA, que defienden que la leche que sale de las explotaciones es de la máxima calidad, la OCU quiere destacar que ello no entra en contradicción con su estudio: la OCU ha analizado la leche que bebe el consumidor y que adquiere en el punto de venta, no la que sale de las explotaciones y que luego es sometida a diversos tratamientos. La OCU es una organización privada y sin fines lucrativos, no un organismo público.
Financia su actividad en más de un 95% con las cuotas de sus 300.000 socios actuales, y es independiente de intereses políticos y comerciales.