Ante la nueva normativa sobre juego en Internet y la anunciada privatización de Loterías y Apuestas del Estado, la ONCE considera que la actual situación de revolución y cambios sin transparencia en el mercado del juego en España puede poner en riesgo su modelo social y de creación de empleo y exige a los poderes públicos garantías para mantener su singularidad como juego socialmente responsable, dado que todos los ingresos que logra en este mercado se invierten íntegramente en acción social. Así lo anunció en Madrid el presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda, en un encuentro con los medios, en el que mostró la “gran preocupación” en la Organización por el futuro más inmediato, sobre todo porque de la ONCE y su Fundación dependen actualmente 130.000 empleos, más de 100.000 ocupados por personas con alguna discapacidad. La ONCE pide al Gobierno la máxima transparencia en la nueva regulación del sector del juego en Internet que se está acometiendo y también en el anuncio de privatización de una parte importante del organismo público Loterías y Apuestas del Estado, acciones que darán un vuelco importante al mercado del juego en España. Las ventas de la Organización se han recortado hasta situarse sólo en un 6,6% del total del juego en España, especialmente afectadas por la irrupción del Euromillón, juego en el que se prohibió expresamente la participación de la ONCE, así como la llegada masiva de juego en Internet sin control ni regulación. En 1999, la ONCE representaba el 9,9% del mercado del juego legal en España.