“La Comunicación Interna de las empresas en los procedimientos de despido colectivo y en las situaciones de crisis laboral”, elaborado por la consultora Estudio de Comunicación, señala como los trabajadores de empresas inmersas en procedimientos de despido colectivo consideran que no han recibido una información adecuada de sus superiores y que estos no les explicaron cuál era la situación real de la empresa y el porqué de los procesos de reestructuración en marcha.
Durante el año 2013, casi 380.000 procedimientos de despido colectivo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Empleo, tuvieron lugar en España. El estudio ha permitido conocer la percepción, en lo que a la comunicación se refiere, de los afectados por estas medidas laborales. Para la realización de este trabajo se ha entrevistado a 242 trabajadores de compañías de todas las CC. AA. peninsulares afectadas por un proceso de despido, y de empresas como Adif, Bankia, Coca-Cola Iberian Partners, FCC, Iberia, La Naval, Panrico, Prisa o Puleva, entre otras.
El trabajo revela que sólo un 20,2% de los entrevistados recibió habitualmente información de la marcha, los planes y la evolución de su empresa a lo largo de los años. Además, en un proceso de reestructuración laboral, sólo un 21,9% de los trabajadores tuvieron noticia del mismo por parte de la empresa directamente, mientras que un 47,9% fue informado por el comité de empresa o los sindicatos.
Para el estudio se realizaron 242 entrevistas (enero/febrero de 2014) entre trabajadores de empresas con un procedimiento de despido colectivo abierto y de todas las CC. AA. peninsulares. Sólo 21,9% de los trabajadores afectados por un despido colectivo se entera de la noticia por fuentes de la empresa. Un 47,9% de los entrevistados afirman que la primera fuente por la que recibieron la noticia del despido colectivo fue el comité de empresa o los sindicatos La mayoría entienden las causas del procedimiento de despido (44,2%), pero hay un 36,8% que ni tan siquiera las entiende. Un 40,9% afirma que la empresa no les contaba nada antes de la crisis laboral.
El ambiente laboral, después de iniciado el procedimiento, es “malo” o “muy malo” para el 56,6% y “bueno” o “muy bueno” sólo para el 9,5%. El 53,3% de los entrevistados dicen que usan las redes sociales, blogs, foros, etc. para comunicarse u organizar protestas. Tres cuartas partes de los no afectados dicen que no hay planes de motivación en la empresa tras la crisis laboral.
En los datos comparativos con un estudio similar de 2009, empeoran casi todos los parámetros.Uno de los datos más llamativos que incluye es que casi un 37% de los trabajadores entrevistados no entendió las causas por las que la empresa acometía el procedimiento de despido.
Según los empleados, las compañías afectadas no contaban nada a sus trabajadores antes de la crisis (40,9%) y sólo un 20,2% reconoce que la empresa se comunicaba con ellos habitualmente.Una vez iniciado el procedimiento de despido colectivo, y teniendo en cuenta que las empresas debían continuar con su actividad, los trabajadores califican el ambiente laboral de “muy malo” o “muy malo” en un 56,6% de los casos y de “bueno” o “muy bueno” solo en el 9,5%. Entre ambos se queda el 24,4% que califica el ambiente de “regular”.
No hay ya duda, por otro lado, de la influencia de las redes sociales, blogs, foros y demás herramientas de comunicación personal en las situaciones de crisis laboral: un 53,3% de los entrevistados las usan para seguir el proceso, comunicarse, recabar más información u organizar protestas. Tres cuartas partes de los entrevistados no afectados (los que no van a ser despedidos en el procedimiento) dicen que no perciben planes de motivación en la empresa. Para los que si creen que hay motivación (14,8%), ésta se limita a preguntarles “cómo les va” (34,6%) o “contarles más cosas que antes” (26,9%).
Comparados estos datos con los de un estudio similar, también realizado por Estudio de Comunicación en enero de 2009, se puede asegurar que la Comunicación interna sigue siendo una asignatura pendiente de las empresas españolas, tanto en situaciones normales (un 40,9% en 2014 cree que su empresa no le cuenta nada; frente a un 38,4% en 2009) como en situaciones de despido colectivo (sólo un 21,9% dice haberse enterado por su empresa de la crisis en 2014 frente al 32,2% en 2009).
Un dato positivo, sin embargo, es que en 2014 hay más primeros ejecutivos que son primera fuente de información de un despido (10,7%) que en 2009 (6,6%). En el otro lado de la balanza está que hoy más trabajadores no se enteran por su empresa de un despido colectivo (69,8% en 2014 frente a 58,4% en 2009). A esto hay que añadir que entre los que conocieron el inicio del despido colectivo por una filtración o rumor, son más en 2014 (23,8%) los que no lograron que su empresa les contara más información, que los que no lo lograron en 2009 (8,2%).
También es destacable que hay menos trabajadores que recibían información sobre su empresa habitualmente (29,9% en 2009 y 20,2% en 2014). Y quienes se refieren al clima laboral como negativo son más (47,9% en 2009 y 56,6% en 2014) y disminuyen quienes lo consideran regular o positivo (38,9% en 2009 y 33,9% en 2014). En resumen, el estudio refleja la opinión de un grupo de trabajadores en cuyas empresas se acaba de producir, se está produciendo o hay noticias de que se va a producir un procedimiento de despido colectivo. Asimismo, aunque la muestra de entrevistados seleccionada, totalmente aleatoria, no puede considerarse representativa del total de los trabajadores afectados en toda España, ni refleja una proporción sociológica de sexo, zona geográfica o sector industrial al que pertenecen los trabajadores, el volumen de entrevistas permite extraer firmes y reveladoras conclusiones.
A juicio de Benito Berceruelo, Consejero Delegado de Estudio de Comunicación, firma autora del trabajo, «seguimos constatando que no hay una buena gestión de la Comunicación Interna, en general, y menos aún en situaciones de crisis. Y si hace unos años nos esforzamos en recordar que eso dificulta la gestión de los procesos laborales y desmotiva a los trabajadores que no son despedidos, con el consiguiente impacto negativo en la productividad, hoy tenemos que añadir el grave problema para la reputación de las empresas y sus marcas que es la difusión de mensajes negativos en las redes sociales».
