Según un estudio realizado por la Fundación Línea Directa, los ayuntamientos españoles multan cinco veces más que la DGT. Un 87% de los madrileños atribuye carácter recaudatorio a las multas Pese a la creencia general, el 70% de las multas de tráfico impuestas por los Ayuntamientos están directamente relacionadas con la seguridad vial y tan sólo el 30%, con la movilidad o el aparcamiento.
Sin embargo, las sanciones no acaban de modificar los malos hábitos en la conducción, ya que el 56% de los conductores madrileños admite sobrepasar los límites de velocidad de forma habitual, principalmente en vías de circunvalación y travesías urbanas. Las sanciones de los consistorios no se traducen en una mejora en la accidentalidad: desde 2011, el número de accidentes con víctimas se ha incrementado un 20% en zona urbana y el número de fallecidos sólo ha descendido un 3,5% frente al 22% de las vías interurbanas.
Los conductores españoles siguen siendo muy críticos con sus Ayuntamientos: el 87% de los madrileños atribuye carácter recaudatorio a las multas y el 52% piensa que los radares persiguen obtener cuanto más dinero, mejor. La crisis también afecta a las sanciones: la reducción del número de desplazamientos ha provocado un descenso en el número de multas impuestas por los Ayuntamientos. De hecho, desde 2011 la presión sancionadora ha descendido 10 puntos en las capitales españolas.
Las multas más comunes: exceso de velocidad (44%), estacionamiento regulado (27%), el estacionamiento indebido (13%) y, a más distancia, no respetar la señalización (5%).
Por ayuntamientos, Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, son las capitales que más multan, y Cáceres, Badajoz y Jaén, las que menos. Las sanciones generan tensión: casi 607.500 conductores madrileños han presenciado agresiones o insultos a los trabajadores del estacionamiento regulado y 32.000 admiten haberlos protagonizado.