Se trata de sencillos consejos para acometer el marketing a través del correo electrónico o si ya lo haces, quizás para mejorar las formas de aplicar el marketing directo a través de esta popular herramienta y medio de comunicación. La principal ventaja de difundir publicidad a través del correo electrónico es su bajo coste, casi gratuito, el único problema es que se hay que cuidar las líneas de actuación, sobre todo para que la pyme no coja mala fama y no se consideré una empresa que realiza SPAM, es decir, publicidad no deseada y molesta. No invertir dinero en listas de correos electrónicos Lo primero para mandar nuestra publicidad es comprar un base de datos que contenga correos reales de personas, esto lejos de ser efectivo tiene un efecto negativo sobre nuestro cliente, ya que la mayoría de las veces no desea esa publicidad ni estará interesado en comprar dichos productos o servicios de la empresa, es posible quizá en alguna ocasión pero de forma muy casual, con lo que esta opción es conveniente descartarla. Para obtener correos electrónicos de personas que pueda estar interesadas en nuestros productos, la mejor forma es crear un boletín de noticias interesante asociado a algún blog relacionado con nuestra actividad o con nuestra propia página de la pyme. El usuario de manera voluntaria, querrá recibir nuestras promociones y habrá más posibilidad de generar ventas y de tener a nuestro cliente contento. Otra forma para construir listas de correo efectivas es ofrecer algún contenido interesante a cambio del correo electrónico del cliente. Aprovechar los programas de marketing actuales: Lo más importante es no saturar a los clientes, pero en cada correo de marketing es buena idea enlazar hacia tu blog. Si por ejemplo tienes una campaña de PPC (Pago por Clic) destina parte del presupuesto a hacer crecer tu lista de correo, por ejemplo en el sitio destino a donde accede el cliente tras el clic es recomendable dejar un campo para que el cliente introduzca su e-mail para recibir promociones. Hay que tener en cuenta que si le interesa un producto es posible que le interese más productos en el futuro, el objetivo es facilitarle alguna vía para comunicar tus ofertas de forma fácil y cómoda. Simplificar el proceso de registro: Que el proceso de registro sea largo y tedioso, provocará que los clientes no quieran registrarse y que se genere desconfianza hacia nuestra firma. Lo ideal es eliminar todos los datos personales que no sean necesarios y obtener tan sólo las preferencias del cliente y su correo electrónico, como mucho, en la región donde vive. Publicar una especie de aviso claramente visible donde explique como realizar la baja del correo electrónico del cliente cuando lo considere oportuno, lo que otorgará seriedad y confianza al usuario. Después de todo, si no quiere recibir correos, por más que se envíen, los tirará a la papelera. No saturar a los clientes con correos electrónicos. Tener una lista de calidad de correos eletrónicos de cliente potenciales, sin caer en el error de saturar a los clientes con muchos correos publicitarios. Eso les ocasionará molestia y activarán filtro anti-spam cada vez más popular en los gestores de correo que disponen los clientes o simplemente se darán de baja. Crear correos virales: Debes conseguir de alguna manera que tu correo eletrónico sea interesante también para otros contactos del cliente al que va dirigido, si a él, le interesa lo que ofrecemos, seguramente lo reenvíe a otros clientes lo que supondrá un aumento del conocimiento de nuestro negocio a más personas.
