Los europeos ven la recuperación económica cada vez más cercana, aunque aún no impulsan el consumo, según GFK.

Según el informe de Clima de Consumo que elabora GfK en España y otros 13 países de Europa, las expectativas económicas y de ingresos de los consumidores aumentaron en casi todos los países analizados a lo largo de 2013, aunque no generan aún la confianza suficiente para impulsar el consumo. ya que todavía existen considerables diferencias en la disposición a comprar en la región, aunque se aprecia una ligera tendencia al alza.

Al igual que en España, las expectativas económicas y de ingresos de los consumidores aumentaron en casi todos los países con respecto al año anterior. Aunque sigue existiendo una considerable fluctuación en la disposición a comprar, se aprecia una moderada mejoría. Estas son las conclusiones del último estudio “Clima de Consumo en Europa” realizado por GfK, para el cuarto trimestre de 2013 y las previsiones para 2014. Desde un punto de vista macroeconómico, la Comisión Europea (CE) está viendo el futuro con mayor optimismo. Si bien vaticina un crecimiento para Europa del 1,4 por ciento para el año en curso, éste puede llegar a ser del 1,9 por ciento en 2015 en toda la zona. Estas tendencias positivas en Europa han quedado bien reflejadas en la evolución de los indicadores GfK a lo largo del año pasado, entre la población consultada.

El indicador de expectativas económicas se calcula en función de las respuestas obtenidas a la pregunta: “¿Cómo piensa usted que se desarrollará la situación económica general del país en el transcurso de los próximos 12 meses?”. En los 14 países analizados, de diciembre de 2012 hasta la misma fecha en 2013, la media del indicador de expectativas económicas subió desde -42 hasta los +14 puntos. Esta subida, a juicio de los analistas de GfK, demuestra que el giro en el comportamiento de la economía se está haciendo sentir en el ánimo de la población, logrando así que las personas miren de forma más esperanzada al futuro.

En el ámbito nacional, la realidad española ha vivido un 2013 muy complejo con dos etapas claramente diferenciadas: durante el primer semestre del ejercicio se volvió a hablar de recesión y de incertidumbre, y tras semanas de contradicciones, durante los últimos meses pareció que nuestra situación económica al fin había llegado a un punto de inflexión. Las expectativas sobre la situación económica en España muestran claramente ese cambio, al evolucionar desde -53 al cierre de 2012 a un +7 en diciembre de 2013.

El indicador de expectativas de ingresos, por otra parte, refleja cómo los entrevistados vislumbran que será la situación financiera de su hogar durante los próximos 12 meses. Para diciembre de 2013 el valor medio en los países analizados a diciembre de 2012 fue de -51 puntos, alcanzando los -12 a lo largo de 2013. Este indicador en combinación con el de expectativas económicas, nos indica que aunque la población percibe mejoras en la situación de su país, todavía ellas no se han traducido en mejoras en la economía doméstica para la mayor parte de la población.

Disposición a comprar: el desempleo en la región frena una más rápida recuperación. Aunque la consolidación presupuestaria y las reformas estructurales han apoyado la recuperación, la Comisión Europea no contempla una reducción notable del desempleo en Europa ni en la eurozona a lo largo del presente ejercicio. Por su parte, el sector industrial ha advertido también contra la creación de unas expectativas excesivas con respecto a la velocidad de la reactivación. Si bien su ritmo de producción y los pedidos aumentaron durante 2013, la velocidad de esta recuperación sigue siendo muy lenta como para que las empresas comiencen a contratar y ampliar sus plantillas. Por ello, en la CE se estima que la tasa de desempleo en los 18 países de la eurozona seguramente permanecerá tan elevada en 2014 como lo fue en el ejercicio anterior, alcanzándose el 12,2 por ciento. No será hasta 2015 cuando se prevé un ligero descenso, que al día de hoy se estima en un 11,8%.

Por todo lo anterior, la evolución en la disposición a comprar, aunque aún en números negativos, registra una evolución positiva. En los 14 países analizados, la media del indicador se ubicó en -33 puntos en diciembre de 2012 y durante los meses siguientes subió hasta situarse en -10 puntos. En España, el indicador de disposición a comprar sigue en signo negativo, aunque en menor medida que el registrado en diciembre de 2012, al pasar de -27 en diciembre de 2012 a -14 doce meses más tarde.

La preocupación por el desempleo y la certeza de que no mejorará en el transcurso de 2014, ha sido una de las causas más probables de esta contenida mejora, tanto en España como en el resto de países analizados. En opinión de Rubén Mairena, Director de Estudios de GfK “tan solo queda esperar a que las proyecciones positivas se materialicen y lleguen a consolidarse para poder ver de qué manera cristalizan sobre la confianza del consumidor y del consumo”

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