El Observatorio de Tendencias Digitales creado por el Máster en Internet Business (MIB) recoge en su edición 2013 la visión de una veintena de señalados académicos de instituciones de referencia como Harvard, el MIT o Cornell sobre los retos y tendencias del futuro. El 75% de las 500 mayores empresas del año 2020 aún no existe. El éxito de los proyectos empresariales estará ligado a una innovación absolutamente disruptiva, capaz de cambiar la orientación hacia la venta por una “economía de intenciones” que se adelante al cliente y de transformar servicios o productos complicados o caros en simples y baratos. Los cambios afectarán al mercado (orientación global), la tecnología (entre el 40 y el 60% de outsourcing) y el servicio. La participación del usuario será cada vez mayor: el Crowdsourcing tendrá mayor peso en el proceso de innovación. El móvil acaparará el protagonismo y China se postula para el liderazgo de la innovación.
El Observatorio ofrece una visión integral de las tendencias que marcarán el futuro próximo de los negocios digitales en todo el mundo y que centrarán los contenidos de la quinta edición del MIB que se inicia el próximo 20 de septiembre en Madrid y el 18 de octubre en Barcelona. El Observatorio 2013 recoge las experiencias y opiniones de David Weinberger y Doc Searls, dos de los autores de “The Cluetrain Manifesto”, Colin MacLay, William Kerr, Urs Gasser, Soumitra Dutta, Carlos Osorio, Krzysztof Gajos, Susan Crawford, Ethan Zuckerman, Marta González, Joshua Benton, Christopher Bavitz, Marcela Escobari, Ben Fry, Karim Lakhani y hasta una veintena de prestigiosos profesionales y académicos de las universidades de Harvard, MIT, Cornell… expertos en disciplinas digitales: emprendimiento y modelos empresariales en la era digital, tecnología, móviles, social media y sociedad digital. Entre las Conclusiones del Observatorio de Tendencias Digitales 2013 destacan:
• El éxito empresarial va a requerir, en gran medida, cambios radicales en los modelos de negocio para lograr un impacto importante: con el mercado (buscando una orientación global); con la tecnología (entre el 40 y el 60% de la actividad se desarrollará en un modelo de outsourcing); e, incluso, con el servicio (hay compañías, como la norteamericana Dashfire, que sólo trabaja con las empresas durante el primer año, ya que es el máximo período de tiempo durante el que pueden ayudarles).
• La innovación tiene que ser el principal motor del cambio, pero debe ser una innovación que nazca de los retos y no de las ideas y que consiga resultados disruptivos: uso de tecnologías sofisticadas para trasformar un servicio o un producto que es complicado o caro en algo simple y económico. No es una mejora innovadora en la manera ya conocida de hacer las cosas sino que se deben modificar haciéndolas más simples y baratas.
• Crowdsourcing: la innovación externa puede ayudar a aumentar la variedad de ideas y el volumen a través de colaboraciones en casos complicados de innovación e investigación.
• Las soluciones a los grandes problemas sociales cada vez dependerán más de la interoperabilidad: un reto de diseño e innovación. Habrá una transferencia progresiva de la innovación a los usuarios.
• La economía de la intención: el cliente va a Internet a comprar y la empresa, en vez de venderle, tiene que satisfacer sus necesidades y adivinar sus intenciones y evolucionar hacia los productos y servicios personalizados.
• El liderazgo en innovación y creación tecnológica está directamente ligado al acceso a infraestructuras de las empresas y ciudadanos de un país. Los gobiernos no pueden ignorar este hecho. China planea tener 300 millones de sus ciudadanos conectados por fibra en 2015. El foco de la innovación se desplazará allí.
• Dos conceptos, ciudades y móviles, y dos cifras significativas: en 2030, cerca de 5.000 millones de personas vivirán en ciudades y ya hoy existen 6.000 millones de móviles en el mundo. Entre medias de ambos, la geolocalización y un Internet que será cada vez más móvil.
Consecuencias para las compañías:
• Las compañías deben afrontar el desafío de que la Red es realmente diferente: una cultura diferente, una estructura diferente y un control también diferente. Compartir los intereses con los usuarios y llegar a adivinar sus intereses y necesidades es la clave.
• ¿Cómo afrontar de verdad un proceso de innovación? El 99% de los proyectos exitosos comienzan como retos para los que una persona necesita una solución, no como ideas. En el 66% de los aciertos, los equipos cambian drásticamente sus planes originales. Para eso, la empresa debe adoptar el proceso de innovación dentro de su propia cultura:
o Una mentalidad abierta a la innovación se construye sobre principios básicos, no se basa en suposiciones y acepta el fracaso.
o Una innovación significativa requiere una importante financiación. Debe ser coherente y suficiente, incluso en las crisis económicas.
o Las empresas innovadoras persiguen múltiples enfoques para acceder a talentos y experiencias innovadoras externas: joint ventures, clusters tecnológicos, fondos de capital riesgo y modelos de innovación abierta.
o La diversidad cultural estimula la innovación, porque las personas de orígenes o experiencias diferentes que trabajan juntos crean soluciones más innovadoras.
• La estrategia de interoperabilidad se ha convertido en un factor clave de éxito, incluso por encima de la estrategia de IP. Para obtener una interoperabilidad útil hay que mirar más allá de los niveles de tecnología y datos, considerando también los niveles humanos e institucionales.
• En el ámbito de Internet móvil aún faltan importantes retos para las compañías: un mayor desarrollo de las tabletas y la monetización de la publicidad son cruciales.
• La mayoría de las empresas siguen orientadas a las ventas. La “economía de la intención” impone el reto de orientarse a ofrecer servicios que se adelanten a las intenciones de los compradores hasta que se llegue a crear productos prácticamente a la medida.
Repercusiones en los usuarios y consumidores:
• El usuario es el auténtico motor y protagonista de Internet: la Red le devuelve el control y tendrá una participación cada vez mayor en los procesos de innovación pero también en el éxito de los proyectos.
• El futuro a medio plazo de muchas empresas de Internet es incierto ya que sus modelos de negocio gestionan dos públicos objetivos: Consumidores y Clientes, normalmente con intereses contrapuestos. Los Consumidores son los usuarios que acceden a la web para satisfacer una necesidad. Los Clientes son empresas que pagan por acceder a los Consumidores que constituyen el tráfico o la base de datos de los mismos. Sólo las empresas que pongan decididamente el foco en el usuario liderarán los mercados.