Prácticamente todas las aplicaciones fotográficas actuales, desde Flickr hasta Instagram pasando por la cámara incorporada de iOS, cuentan con la opción de incluir filtros en las imágenes. Puede sacar una foto y con un toque hacer que parezca rojiza, que sea en blanco y negro o que parezca envejecida. En la actualidad, lo habitual es sacar la foto y editarla en el mismo dispositivo, luego compartir la foto de forma instantánea con familiares, amigos o con el resto del mundo. Pero, a pesar de su ubicuidad actual, los filtros no se deben dar por sentado; afectan de forma significativa a cómo la gente interactúa con las fotos.
Concretamente, las fotos a las que se les aplican filtros tienen un 21% más de posibilidades de ser vistas y el 45% de ellas tienen más posibilidades de ser comentadas. Este es el estudio de Yahoo Labs