Picasso y Van Gogh están hoy en los mejores museos del mundo. Sin embargo, en toda su vida Van Gogh solo consiguió vender un cuadro. Picasso, en cambio, vendió toda su producción, que fue mucha, se hizo inmensamente rico y nadie osó jamás decir que su pintura fuera comercial. Lo que era comercial era su inteligencia. Éste es uno de los muchos ejemplos que Luis Bassat utiliza en este libro para explicar qué es la inteligencia comercial, para qué es
necesaria, y cómo podemos desarrollarla si no hemos tenido la suerte de nacer con ella. Para ello cuenta además con los testimonios de grandes exponentes
de la inteligencia comercial en nuestros días, como son Isak Andi (Mango), Emilio Botín (Santander), Peter Brabeck (Nestlé), Francisco Daurella (Cobega), Shelly Lazarus (Ogilvy), Ingvar Sviggum (Ford) y Kees van der Graaf (Unilever). A lo largo de sus páginas, explica que la inteligencia comercial no es un truco para vender más. Es una manera de hacer que genera confianza, indispensable para todo tipo de empresas, todo tipo de profesionales y todos aquellos que necesiten convencer a alguien de algo.