Manuel Pizarro y Dimas Gimeno serán nombrados este martes sucesores de Isidoro Alvarez tras su fallecimiento este domingo

Manuel Pizarro y Dimas Gimeno forman el equipo sucesorio de Isidoro Álvarez al frente de El Corte Inglés, tras el fallecimiento de éste junto a destacados hombres de confianza como Florencio Lasaga, o Carlos Martínez Echevarría, al frente de la dirección financiera de la compañía. Este martes El Corte Inglés nombrará al sustituto/s de Isidoro Álvarez en la presidencia tras su fallecimiento este do mingo. El consejo de administración se reunirá este martes para acordar el nombramiento de Dimas Gimeno, consejero y director general, como nuevo máximo responsable de la compañía y quizá a Manuel Pizarro como presidente no ejecutivo del grupo.

Gimeno solo cuenta con tiene con 40 años, pero casi 20 ligado a los grandes almacenes, tras sus estudios de Derecho en la San Pablo CEU, en que compatibilizaba estudios con trabajo, desde vendedor a director de establecimiento.

Entre los retos del grupo mantener el nivel del servicio, principal aval del grupo para sus clientes frente a la competencia, aunque mejorando la competitividad dentro del modelo de gestión iniciado por la familia Areces y continuado por el propio Álvarez desde 1989, hace 25 años, a la muerte de su tío, Ramón Areces.

Un reto que le corresponde a Dimas Gimeno, también sobrino, pero de Isidoro Álvarez, para la una renovación de la directiva de El Corte Inglés, hacia los nuevos retos de un mercado global en abierta competencia. Un tema a la vista es el tradicional compromiso del Presidente del Corte Inglés con los empleos de su personal que consideraba una gran familia, pese a los recortes y jubilaciones voluntarias de los últimos tiempos. Otro tema pendiente es la racionalización hacia las superficies más operativas, frente a las más deficitarias. La cadena ya había iniciado esos cambios con el cambio de Opencor a Supercor.

Manuel Pizarro, designado hace solo unos meses adjunto al propio Álvarez y desde el pasado 31 de agosto miembro del consejo de administración tras su ratificación por la junta general, le da un papel importante, como fichaje personal de Isidoro Álvarez, aunque sin funciones determinadas aún. A nadie se le esconde que Pizarro era quien debía llevar el peso de llevar la enseña a los mercados de capitales, para diversificar los riesgos de negocio. Hace menos de un año la entidad vendió parte de su filial financiera, un 50%, precisamente a la entidad de Emilio Botín, el Banco Santander, formada por una cartera crediticia de 14.000 millones en préstamos al consumo, dentro del proceso de reestructuración de deuda del grupo con el mismo acreedor. Así el holding de Isidoro Álvarez traspasaría la mitad del capital de Financiera El Corte Inglés a Banco Santander. Álvarez vendió activos para devolver el dinero aportado para fortalecer su balance tras la venta de la participación en IAG y en Inversis, para rebajar la deuda del grupo.

El Corte Inglés ha cerrado el último ejercicio económico con beneficios basados en la refinanciación de la deuda, pero tiene pendientes una reestructuración interna de los negocios no rentables. Una vez cerrado este trámite se producirá la entrada de la sociedad en los mercados de valores, dentro del delicado programa de salida a bolsa programado con Manuel Pizarro.

El Grupo Corte inglés ha sido en los últimos años el principal anunciante español, aunque en el último Infoadex cayó al tercer lugar con 76,8 millones de euros, por detrás de dos multinacionales, P&G y L’Oreal.

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