OCU denuncia publicidad engañosa de fabricantes de toallitas húmedas y exige su retirada inmediata

Según un análisis publicado en la revista OCU Compra Maestra de noviembre y después de analizar 19 toallitas húmedas específicas para higiene infantil OCU afirma que ninguna de ellas resultó ser ni desechable ni biodegradable, ni siquiera aquellas 15 que se anuncian como tales. Su uso cada vez más frecuente está provocando graves consecuencias económicas y ambientales.

Los datos hablan por sí solos. Mientras que el papel higiénico se desintegra en el agua casi por completo (95%) en solo media hora, las toallitas húmedas se disgregan sólo un 36% después de dos días en el agua. Esta escasa y lenta desintegración tiene consecuencias mayores de las que a priori podría parecer, ya que al desecharse en los inodoros propician atascos en los desagües con el correspondiente impacto en el bolsillo de los hogares. Además, están afectando a las redes de saneamiento y al funcionamiento de las depuradoras lo que provoca pérdidas de 200 millones de euros al año en España según datos de AEAS (Asociación Española de Abastecimientos de Aguas y Saneamiento).

Por otro lado, ninguna de las toallitas analizadas se degrada después de dos meses más del 5% cuando debería superar el 60% para considerarse como biodegradable. El consumidor espera que, si se venden como desechables, este tipo de productos desaparezca del ecosistema con la misma rapidez que el papel higiénico pero el problema está en que las toallitas son algo más que celulosa, contienen fibras sintéticas y sustancias que impregnan el tejido (conservantes, surfactantes, hidratantes, etc). OCU ha comprobado que esto hace que se inhiba la acción de las bacterias responsables de la descomposición de estos materiales. Esta persistencia genera un impacto ambiental importante cuando alcanzan las riberas de los ríos o nuestras costas.

Hay otro problema medioambiental adicional al tirar las toallitas por el W.C ya que OCU ha demostrado que las fibras sintéticas pasan al agua residual con lo que estaríamos contribuyendo a la contaminación de los ecosistemas con microplásticos. Ya se han comenzado a observar los primeros efectos, el Instituto Español de Oceanografía ha revelado que uno de cada seis peces comestibles contiene microplásticos en sus estómagos.

OCU advierte a los consumidores sobre los riesgos que supone tirar las toallitas húmedas al inodoro y pide su colaboración para se depositen siempre en el contenedor de restos o en la basura. OCU recomienda limitar en lo posible su uso y, optar siempre por comprar aquellas que están envasadas en envases flexibles y evitar los envases rígidos que tienen un mayor impacto ambiental.

OCU exige a los fabricantes una acción inmediata que pasaría por retirar todos aquellos mensajes donde se está indicando que las toallitas son desechables, biodegradables, papel higiénico húmedo, ya que inducen a error y esto repercute negativamente en el comportamiento de los consumidores. Así mismo, OCU solicita que se advierta siempre en el etiquetado que las toallitas no deben tirarse por el inodoro por el peligro de atasco en cañerías y depuradoras.

En opinión de OCU los fabricantes de toallitas húmedas infantiles desechables por el WC son en gran parte responsables del daño causado, tanto por los atascos y las alteraciones en las depuradoras, como por el impacto en el medio ambiente. Por lo que OCU considera que deberían, al menos, financiar una campaña de sensibilización global informando sobre sus efectos adversos si se arrojan al inodoro.

Así mismo, desde OCU se solicita una regulación de estos productos en la que se exijan pruebas estandarizadas de disgregación y biodegradabilidad, y que éstas se hagan sobre las toallitas tal y como las adquieren los consumidores. ya que su comportamiento está muy influenciado por la manipulación y los ingredientes añadidos al tejido que actúa de soporte.

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